Desde el lunes, la mitad de los internos de la cárcel de Devoto -alrededor de 800 personas privadas de su libertad- están en huelga de hambre para mostrar su preocupación ante la media sanción de un proyecto de ley impulsado por Cambiemos, que tiene por objetivo limitar los beneficios de salidas transitorias, eliminar garantías constitucionales, lo que generaría un mayor deterioro en el sistema de carcelario argentino.

En las últimas horas se pudo ver cómo, desde las ventanas de uno de los pabellones, los presos prendieron fuego colchones y frazadas al tiempo que mantenían un fuerte estruendo para hacerse escuchar detrás de los muros.

El avance de la llamada “Ley Sepultura” -impulsada por el radical mendocino Luis Petri y respaldado por el PRO, el Frente Renovador y el bloque de Diego Bossio- busca "aumentar la prisión preventiva, incrementar las penas y limitar las salidas", según aseguraron desde el Centro Universitario de la prisión de Devoto.

"Si sale la ley van a estallar las cárceles. No es momento. Es una ley a las apuradas, entre gallos y medianoche. Y esto de subir las penas para bajar el delito ya fracasó con la Ley Blumberg”, advirtió Andrea Casamento, referente de Asociación Civil Familiares de Detenidos en Cárceles Federales (Acifad), en declaraciones al sitio Política Argentina.

"Dentro de estos ‘paquetes’ de leyes que se votan sin debates serios y responsables también cuenta con media sanción el proyecto legislativo que restringe aún más las excarcelaciones, contribuyendo de este modo a rebalsar las cárceles de nuestro país, las cuales en la actualidad violan todos los derechos humanos habidos y por haber, lo cual es reconocido por organismos internacionales, nacionales y por hasta el propio Estado”, señaló por su parte la asociación civil Reinserción Social y Dignidad.

Juan Pablo Parchuc, director del programa de Extensión en cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, explicó a Página 12 que el proyecto de Petri anula las etapas de semilibertad (los presos que salen a trabajar y regresan a dormir al penal), libertad condicional, salidas anticipadas, entre otros beneficios con lo cual el cumplimiento total de la pena es el único horizonte para el preso".

"Estas restricciones ya se pusieron en práctica en Mendoza y en la provincia de Buenos Aires y lo único que generan es más violencia adentro, más violaciones a los derechos humanos y ninguna reducción en la tasa del delito", advirtió Parchuc.