Con ánimos de darse un "baño de juventud", lucir más aniñadas y paradójicamente "más naturales" muchas mujeres se están tatuando pecas de forma permanente. 

Lo cierto es que las pecas son genéticas y quienes no tienen la suerte- o no, hay quienes las odian- de heredarlas deciden someterse a un tratamiento, similar al de los tatuajes, para tener las pequeñas manchas en la nariz o pómulos. 

Pecas tatuadas en proceso de sanar

Como el falso lunar de Marilyn Monroe, hay mujeres que ven en las pecas una nueva forma de reinvertarse y "perder años". Incluso para las que no se animan a tenerlas para siempre, hay opciones de maquillaje y láminas con manchas que emulan esta pigmentación en diferentes versiones de acuerdo al tono de piel. 

"Las comencé a hacer luego de que mi mejor amiga se aburriera de dibujarse la pecas con un lápiz de maquillaje", aseguró Gabrielle Rainbow, una tatuadora cosmética de Montreal, Canadá que inició esta tendencia. 

A la hora de tatuarlas, las sesiones pueden extenderse hasta dos horas y de acuerdo al tipo de tinta que se utilice pueden verse de forma natural hasta dos años para luego tener que ser retocadas.