Ian fue distinguido por el Consejo Deliberante de La Plata como joven promesa por su militancia para lograr la inclusión de las personas que conviven con alguno de los sindromes del espectro autista. 

Fue Ian el que contactó a Eduardo Feinmann porque lo quería conocer. Pero a pesar de que el nene le explicó de la manera más didáctica posible que no entendía los chistes porque era muy literal Eduardo Feinmann o por ignorante o por mala persona empezó a bromear hasta asustar al nene, que tuvo que ser calmado por su madre que trataba de explicarle que lo que estaba haciendo el impresentable conductor quería ser una broma.

Tal vez la idea de Eduardo de asustar a Ian viene de que apenas unos minutos antes el nene lo había dejado en ridículo al explicarle de la manera mas sencilla posible sobre la importancia del lenguaje inclusivo que Feinmann denosta.

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