Un sacerdote fue imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la condición de ser un ministro de un culto religioso reconocido y por producir un grave daño en la salud de la víctima. Sin embargo solo pasará 60 días en una abadía como prisión preventiva.


Así lo determinaron los fiscales que investigan el caso son Rubén Martínez y Alejandro Rodríguez. 


El sacerdote fue denunciado por abusos sexuales perpetrados contra una niña de 3 años y su primo de 5. El fiscal había ordenado la detención e incomunicación del religioso, identificado como Néstor Monzón, de 47 años, a raíz de la denuncia radicada por la madre de la víctima.