Exagente de la CIA, en su lecho de muerte, confiesa haber asesinado a Marilyn Monroe
El hombre de 78 años agoniza en un hospital, pero el reconocimiento de su autoría en 37 muertes por órdenes del gobierno de su país, entre 1959 y 1972, encendió la polémica.
El Hospital General de Sentara, en el estado de Virginia, alberga a un asesino múltiple: la prueba de las acciones mafiosas que el gobierno de los Estados Unidos elimina a quien considera un enemigo, es el testimonio de este hombre.
En su lecho de muerte, un exagente de la CIA confesó haber asesinado a la famosísima actriz Marilyn Monroe en 1962.
Norman Hogdes confesó ser parte de una especie de comando secreto de la CIA: "Teníamos pruebas de que Marilyn Monroe no sólo se había acostado con Kennedy, sino también con Fidel Castro. Mi comandante Jimmy Hayworth me dijo que tenía que morir, y que tenía que parecer un suicidio o una sobredosis".
"¡Lo hice por América! ¡Ella pudo haber transmitido información estratégica para los comunistas, y eso no se podía permitir! ¡Ella tenía que morir!", se jactó.
Hogdes afirma que entró en su habitación mientras dormía y le inyectó una dosis masiva de hidrato de cloral mezclado con Nembutal, por lo cual fue fácil presentar su muerte como un abuso de sustancias o un suicidio.