El expolicía, quien fuera uno de los acusados por el brutal crimen de Natalia Melmann en el año 2001 en la localidad costera de Miramar, fue escrachado paseando por un parque. 

Ricardo Anselmini fue visto mientras caminaba a plena luz del día por la ciudad de Mar del Plata, y sin dudarlo, grupo de personas comenzó a grabarlo y a insultarlo. 

Anselmini había sido beneficiado por la Cámara de Apelaciones en lo Penal N° 1 de Mar del Plata, con salidas transitorias de la cárcel a su domicilio. Pero evidentemente no lo estaba cumpliendo. 

El medio 0223 explicó que los jueces Esteban Viñas y Gastón de Marco establecieron en el escrito que Anselmini solo puede salir de la cárcel de Batán los domingos cada 15 días de 8 a 20 horas para acudir “exclusivamente” a una vivienda de Rivadavia al 8.400 “a fin de afianzar los vínculos con su familia”.

“Cuando nos dimos cuenta que era él, alertamos de la situación y nos defendimos de su ataque y amenazas que repetía: ‘ya van a ver’ y sumado a esto retaba a pelear”. Los vecinos del barrio salieron inmediatamente y vieron que el asesino se volvía para el domicilio donde debería estar sin salir.

El crimen de Natalia Melmann

Este brutal asesinato conmocionó a todo Miramar, cuando la adolescente fue secuestrada, torturada y asesinada por un grupo de policías en esa ciudad, el 4 de febrero de 2001. 

La autopsia reveló que fue asfixiada con el cordón de su propia zapatilla, aunque a simple vista el cuerpo presentaba moretones, quemaduras, fracturas y un golpe en el cráneo.

Además se confirmó que había sido violada por diferentes sujetos antes de su muerte.