En una confitería Bossio dijo "Cristina es una rata cruel" y lo escracharon por traidor
De acuerdo al periodista Horacio Verbitsky, según reprodujo en su columna del último fin de semana, la situación se dio en el restaurante del Museo Evita. El extitular de la Anses, según el relato de los testigos, afirmaba que no era necesario que el reciente acuerdo de endeudamiento con el FMI fuera revisado por el Congreso.
Hace menos de una semana, el diputado Diego Bossio estaba con dos personas en el restaurante del Museo Evita y de acuerdo a otros comensales que estaban en mesas contiguas, se pronunció a favor de que el acuerdo de endeudamiento no sea revisado por los legisladores, a pesar de que prevé ajuste, despidos y ahorro en inversión pública.
El extitular de la Anses afirmaba que el oficialismo puede optar por evitar la discusión del endeudamiento, poniendo como contraposición la decisión del entonces mandatario Néstor Kirchner de pagar la deuda externa en 2005.
Según relató el periodista Horacio Verbitsky en su columna dominical, Bossio pronunció en voz alta que “Cristina se hace la rata cruel para volver como el ave Fénix”. Fue en ese momento cuando una mujer se levantó y le vació una copa de agua entre la nuca y la espalda, mientras le decía “traidor”.
Incluso, los testimonios aseguraron que las personas que estaban con el exfuncionario presionaron a la mujer para que pidiera disculpas y que la respuesta fue: “De ninguna manera, él tiene que pedirles perdón a quienes lo votamos y nos traicionó”, lanzó sin titubeos.
En su texto, el reconocido periodista y escritor esgrimió que una investigación de la Auditoría General de la Nación al propio Bossio y Miguel Ángel Pichetto iniciada luego de la asunción de Macri -de la cual no se tienen conclusiones- podría ser el motivo por el cual ambas figuras del peronismo están cada vez más comprometidas con el oficialismo.
El extracto del texto en el que Verbitsky describió la escena en su sitio, El Cohete a la Luna
Agüita fresca
El gobierno dirigió varios mensajes a la oposición, tanto en público como a solas, alegando que la sociedad esperaba que actuara con responsabilidad. Esto quiere decir, que diera apoyo legislativo a los acuerdos con el FMI o que al menos no apoyara el reclamo del Frente para la Victoria, que sesionó en minoría exigiendo que se remitiera al Congreso lo firmado. Su confianza está puesta en el peornismo opoficialista, y específicamente en el diputado Diego Bossio y el senador Miguel Pichetto. El miércoles 20 de junio, Bossio estaba con dos personas en el restaurante del Museo Evita sobre la calle Lafinur. Bossio dijo que no tenía sentido pasar por el Congreso el endeudamiento con el FMI así como Néstor Kirchner no lo había hecho con la cancelación de la deuda previa con el organismo y agregó que Cristina “se hace la rata cruel para volver como el ave Fenix”. Desde una mesa contigua, una mujer se levantó, le vació una copa de agua entre la nuca y la espalda, mientras le decía traidor y salió del lugar. La acompañante de Bossio la persiguió y le dijo que era policía pero no pudo mostrar la identificación.
—Tenés que pedirle disculpas— la intimó.
—De ninguna manera, él tiene que pedirles perdón a quienes lo votamos y nos traicionó.
Cuando Bossio dirigió la ANSES, uno de sus principales colaboradores fue Juan Manuel Pichetto, hijo del senador, quien estuvo a cargo junto con Luis María Blaquier (h) del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En cuanto Macrì asumió la presidencia, dispuso que la Auditoría General de la Nación abriera una investigación sobre el desempeño de Bossio y Pichetto. Dos años después, no se conocen sus conclusiones.