Último por convicción
En el mundial de la barbacoa, Argentina es el rey del chimichurri
Los argentinos que viajaron a Suecia a representar a Argentina en el mundial del asado, fueron en contra de las reglas del certamen y quedaron en el último lugar.
El equipo, "Fuegos de octubre", quedó en el puesto 53 entre 53 competidores. Pero la mala performance fue por negarse a cumplir reglas que van contra nuestra cultura a la hora de cocinar carne a las brazas.
Las autoridades del certamen obligan a los competidores a asar en chulengos. Los argentinos encabezados por Marcela Garavano, en cambio, querían hacer un fuego en el piso, con la parrilla. Primero no se lo permitieron, después si.
Para el jurado la carne debía ser cocinada por diez horas, y debía ser adobado con salsa barbacoa. Ni chimichurri, ni criolla; barbacoa. Pero el equipo argentino no renunció a su convicción, y su carne salió con "chimi". Por este desacato, quedaron en la última posición.
¿El ganador? Inglaterra. Sin palabras.
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