Que se caiga el techo de una escuela y que eventualmente cause una tragedia, parece ser cosa el conurbano o del interior profundo, donde los recursos educativos son retaceados por el Estado para cubrir otras ‘necesidades’ o prioridades.

Sin embargo, no es tan así: también en la civilizada y moderna Ciudad de Buenos Aires, donde día a día se inaugura alguna monumental obra pública que sirve para enriquecer a la llamada patria contratista porteña, también pasan esas cosas.

La Escuela 14 de Villa Ortúzar fue escenario del derrumbe de la mampostería en un aula llena de chicos y una docente resultó herida. Según trascendió en las redes sociales, hacía apenas dos años el lugar había sido “refaccionado…”

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