En 7 meses, el CCK desarrolló 2300 actividades, con 6 mil artistas y más de 750 mil espectadores
En poco más de cuatro minutos, los trabajadores del CCK resumieron las experiencias vividas de manera gratuita por la ciudadanía. Los conciertos, obras y muestras internacionales únicas significaron el cumplimiento de una vieja deuda: esa que excluía al pueblo de participar en la transformación de la propia cultura, acercándole tantas otras alrededor del mundo y facilitando la preservación de lo nuestro.
Mientras el ministro Lombardi critica la falta de un director -¿por qué no lo nombra?- la triangulación de contratos con universidades -si no insertan a los estudiantes en el mercado laboral, ¿para qué sirven?- y la "distorsión de los procesos administrativos" -es un mero eufemismo para disfrazar los despidos-, mirá el torrente cultural que brotó de este monumental proyecto hecho realidad.