El papa Francisco fue duro y directo en una carta que envió a la Conferencia Episcopal Argentina, y que fue publicada por el boletín de la sala de prensa del Vaticano.

En la misiva, el Sumo Pontífice pide la intercesión de San Cayetano de cara a las celebraciones del próximo 7 de agosto. Y no es casualidad.

Con un desempleo y pobreza crecientes, el Papa afirmó que se viven momentos donde "los índices de desocupación son significativamente altos".

"A San Cayetano pedimos pan y trabajo. El pan es más fácil conseguirlo porque siempre hay alguna persona o institución buena que te lo acerca, al menos en Argentina donde nuestro pueblo es tan solidario. Pero trabajo es tan difícil lograrlo", expresó Francisco.

Luego, comentó: "Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo".

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