Caso aberrante
El padre Grassi pidió la domiciliaria y las redes le contestaron durísimo
Julio César Grassi tiene condena firme por abuso sexual de menores pero sigue siendo sacerdote ya que la Iglesia no lo expulsó.
El padre Julio César Grassi pidió el beneficio de la prisión domiciliaria por sentirse atemorizado de contagiarse el coronavirus dentro del penal y alegando problemas respiratorios que no pudo acreditar.
La Iglesia católica nunca lo expulsó de sus filas a pesar de tener condena firme por abuso sexual, por lo que si la justicia le diera el beneficio tranquilamente podría oficiar misa.
El violador de menores ya cumplió 6 años de condena y tiene 11 años más por delante además de sus antecedentes por lo que se ve bastante difícil que la Justicia le otorgue el beneficio pero desde las redes la gente ya empezó a opinar al respecto.
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