El juez Guido Otranto: "La hipótesis más razonable es que Maldonado se ahogó"
El juez que investiga la desaparición del joven descarta que haya sido herido; habla de inconsistencias en las declaraciones de los mapuches y se queja de los abogados de los organismos de DD.HH.
En una entrevista para La Nación el cuestionado juez habla de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, que para él no es así.
La entrevista:
"La hipótesis de que [ Santiago Maldonado ] se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando." Sereno, en su casa en las afueras de Esquel , con custodia policial permanente, el juez federal Guido Otranto deja en claro , en una entrevista con LA NACION -la primera sobre el caso que conmociona al país- hacia adónde apunta con la investigación.
Otranto da por acreditado que el joven participó encapuchado de la protesta en Leleque. Dice que el río Chubut es el sitio donde se lo debe buscar y afirma que la comunidad mapuche incurrió en una serie de incongruencias al sostener que Maldonado fue víctima de una desaparición forzada.
También muestra su escepticismo sobre la posibilidad de que Maldonado hubiera podido ser herido. "No veo elementos que me permitan sostener que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes", apuntó.
Tras 45 días de búsqueda, innumerables peritajes y unas 40 declaraciones testimoniales de mapuches, gendarmes y allegados al joven desaparecido el 1º de agosto, Otranto evita ser concluyente en sus presunciones, pero asegura: "A Santiago Maldonado lo capturaron o se ahogó en el río. No le encuentro consistencia a la versión de que fue capturado por la Gendarmería. Tampoco veo elementos que me permitan sostener que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes".
Asegura además que la ausencia de Santiago se cimentó en un relato que "no cierra por ningún lado". Sospecha que le plantaron evidencias. Les demanda a los organismos de derechos humanos que en vez de criticar la investigación, acerquen a los testigos presenciales, a los que -dijo- les brindó amplias garantías de que no serán usadas sus declaraciones para imputarlos en la causa penal que él instruye por el corte de la ruta 40.
-¿Cuál es la hipótesis más firme de lo que pasó con Maldonado y cuáles ha descartado?
-Se está aclarando qué pasó el 1º de agosto, sobre todo el momento en que los efectivos llegan al río, que es el punto crucial. Las declaraciones de los gendarmes contradicen que allí se hubiera producido una captura. Con la información de las testimoniales de la gente de la comunidad y de los gendarmes estamos en mejores condiciones de evaluar qué pasó en esos instantes, que fueron hasta llegar al río. El repliegue también fue rápido.
-¿Con qué elementos cuenta para inferir que Maldonado estuvo allí el 1º de agosto?
-Lo identifican tres personas. Y no tengo elementos para dudar de que haya estado allí.
-¿Qué pudo haber pasado en el río?
-A partir de las declaraciones testimoniales se está determinando cómo fue la actitud de los gendarmes. Falta algún testimonio más, pero tengo un panorama mucho más claro. No lo puedo adelantar, ya que necesito terminar de producir la prueba, escuchar a las partes que aleguen sobre ésta y de ahí tomar una decisión. Sí estoy en condiciones de afirmar que el ingreso de Gendarmería, y lo que pasó en esos minutos cruciales, está mucho más claro. No creo que un exceso explique la desaparición.
-¿Ni una gresca, una piedra o un disparo?
-La hipótesis de la piedra o de un disparo con posta de goma no debió haber incidido en que Santiago no hubiera podido cruzar el río. Los gendarmes dicen que todas las personas que persiguieron en el río terminaron de cruzarlo. Si bien un disparo a corta distancia puede ser mortal, el tema es que en ese lugar el proyectil de goma pierde efectividad de acuerdo con el terreno y las ramas. Darío Zoilán dice que no disparó al cuerpo, sino a 45° hacia el suelo, como los instruye la fuerza. Y lo hizo con efecto intimidatorio, ya que no sabía si podía ser atacado desde algún flanco que no veía. En ninguna de sus declaraciones dice que disparó contra una persona. Igual hay que evaluar el tema de la efectividad. Él hizo referencia a que entre sauces un disparo tenga consecuencia letal.
-¿Encontró contradicciones al cotejar las diferentes declaraciones de gendarmes?
-Inconsistencias en el punto crucial, entre todos los que llegaron al río, no encontré. La comunidad dice que de ahí lo sacaron y se lo llevaron. Quizá después haya alguna diferencia en cuanto al movimiento de los vehículos. Y habría que evaluar a qué responden esas diferencias. Pero en el aspecto más trascendente no hay fisuras.
-En una de las declaraciones, Zoilán dice que dispara hacia arriba, no hacia abajo.
--En el habeas corpus él dice que dispara hacia el piso. ¿Por qué cambió la versión? Lo veremos. Pero no estoy evaluando si los efectivos, o uno en particular, actuaron reglamentariamente. Me interesa determinar qué incidencia pudo haber tenido ese comportamiento en la desaparición de Santiago.
-¿Puede haber habido algún tipo de guión entre los gendarmes para descartar que Maldonado pudiera haber sido herido?
-Es muy difícil. Declararon 20 gendarmes. Que todos se hayan puesto de acuerdo es poco probable. En algún punto las diferencias de visión y de datos surgen en una testimonial, no lo descarto. Pero no estoy encontrando nada que me esté haciendo sospechar que hay un armado previo en sus declaraciones. Las testimoniales tienen un valor importante, pero hay otra prueba: por el lado de la fiscalía están haciendo peritajes en celulares y PC. Si hay inconsistencias, deben compararse con los análisis de esos elementos, que hace la fiscalía en la investigación penal. Eventualmente se puede requerir para cotejarlos con las versiones que nos estén dando los gendarmes. No he tenido acceso, porque será la fiscalía con sus conclusiones y pruebas la que eventualmente me pida a mí alguna indagatoria, detención o allanamiento. Pero por el momento no estoy teniendo acceso a esos resultados preliminares de la investigación. Pero se le puede pedir que acompañe los resultados que vaya teniendo al habeas corpus, ya que interesa para esclarecer esa situación.
-Se encuentra con dos versiones contrapuestas entre gendarmes y mapuches. ¿Qué grado de verosimilitud le da a cada versión?
-Si estoy citando a prestar declaración a los gendarmes, no estoy prejuzgando ni adelantando opinión. Eso ya implica que estoy viendo que esa versión de que Santiago pudo haber sido detenido no tenía suficientes fundamentos. Si no, todos los gendarmes podrían ser considerados imputados por la detención en sí misma o por encubrimiento. La valoración preliminar que hice con las declaraciones de la gente de la comunidad y los resultados del ADN me llevó a profundizar en la investigación, pero con los gendarmes como testigos para ver qué pudo haber pasado en ese instante crucial, que es cuando los gendarmes llegan al río.
-¿Qué importancia tienen las pruebas de ADN para descartar la hipótesis de la detención?
-Hubieran tenido una importancia determinante si hubieran dado positivo. Es un elemento de mucha importancia que con la cantidad de muestras dactilares y de ADN no haya surgido ningún rastro positivo que nos haya hecho pensar que Santiago Maldonado haya estado en alguno de esos móviles.
-¿Qué inconsistencias detectó en los testimonios de la comunidad mapuche?
-Preferiría no adelantar, pero hay una fundamental entre dos testigos en cuanto a cómo se produce la salida del vehículo en el cual deberían haber cargado a Santiago Maldonado. Eso no está bien, tampoco en comparación con el resto de las pruebas de la investigación.
-Si Santiago Maldonado no fue capturado y las piedras y los disparos están siendo relativizados, ¿qué pudo haber pasado allí?
-A ver, estamos rastrillando el río. Por respeto a la familia no quiero aventurar una hipótesis como la más certera. Pero no le encuentro consistencia a que fue capturado en ese lugar. En las declaraciones de los gendarmes tampoco estoy viendo que haya por ahora un elemento que me permita sostener que pudo haber sido herido de gravedad o algo por el estilo. Un río de Patagonia es un río complicado. No es una opción descabellada o que haya que descartar sin hacer un rastrillaje profundo de ese río.
-¿Se podría haber ahogado?
-Pudo no haber cruzado. Las declaraciones de la comunidad sí son consistentes en que faltaba uno. Ahí no hay contradicciones. Y lo buscaron. Que se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy haciendo.
-Si bien no lo descarta, pareciera minimizar que alguna presunta agresión le provocara un desmayo o pérdida de conocimiento. ¿Está indagando en ese punto?
-Es que nunca tuve un dato por el estilo. Los gendarmes me dicen que cuando ellos llegaron los pocos que vieron cruzar el río eran entre tres o cuatro, cuando los que cortaron la ruta eran entre ocho y diez. Otros se fueron por otros lugares: a caballo o corriendo sin cruzarlo, por otros caminos interiores como vías de escape. Hay muchísimos caminos. El río no es la única opción de huida.
-¿Cree que frente a la ausencia de Maldonado se construye un relato?
-No diría que se armó un relato. Faltaba uno, pero a partir de ahí sí encuentro fisuras. No concuerdan los elementos en que podía haber sido capturado. Hay algo en el relato que no está bien. No cierra. Sí que les faltaba uno. Lo que pasa es que tenemos muy pocos testigos. Por eso insisto en que vengan los testigos presenciales. Hay un ofrecimiento para que se acojan al programa de Verdad y Justicia, para acompañar a los testigos o víctimas de violaciones de los derechos humanos, para que puedan comparecer con determinados recaudos a las instancias judiciales. Lo que necesito son los nombres, saber quiénes son para convocarlos. Y necesito la colaboración de la comunidad y de los organismos de derechos humanos. Pero los nombres no están, no me los han dicho, los pedí, hay un tema muy serio con la falta de información que yo pido y es algo que estoy evaluando. No puede ser que se retacee información. En el marco de una declaración testimonial es delito. Se lo advertí a todos los que fueron viniendo, incluso a los gendarmes. Cuando en una declaración yo pregunto algo, me lo tienen que decir. Y si no lo hacen, me están ocultando información y eso es delito.
-¿Qué respuesta obtuvo de los abogados querellantes?
-Ninguna. Desde el primer momento, yo pedía nombres, testigos y entonces es cuando empecé a ver estas fisuras. Y eso me permitió tomar otro rumbo. Los abogados lo único que tienen son críticas a la investigación, pero aportes de testigos, ninguno. Un habeas corpus no es un proceso contencioso: deberíamos estar todos interesados en descubrir qué pasó. Por eso a mí me llama la atención esta falta de colaboración en acercar a los testigos. Ya es un problema citarlos: si va la policía se generan problemas.
-¿Por qué cree que sucede esto, pese a las garantías de protección a los testigos de que no serán imputados en el corte de ruta?
-No voy a especular. Pero les dije que una declaración testimonial en un habeas corpus no implicaría ningún tipo de imputación por haber participado en el corte de ruta. Les di seguridad de que si declaran bajo juramento de ahí no puede surgir una prueba para imputarles el otro delito. Aparte les ofrecí declarar bajo reserva de identidad sólo frente a mí y a la fiscal. Estamos esperando.
-¿Cuál fue su opinión sobre lo que declaró el mapuche Matías Santana?
-Más allá de los condimentos de los largavistas y lo que tardó en llegar a un cerro para ver toda la situación, el problema de esa declaración es cuando se la empieza a comparar con los otros elementos de prueba. Entra en contradicción con otras declaraciones, incluso con las de la gente de la comunidad. Ni que hablar con las de los gendarmes. Hay fotos y sabemos en qué horario se fue produciendo lo que sucedió dentro del territorio. No puedo adelantar los análisis preliminares, pero hay inconsistencias que le restan credibilidad a esa versión.
-En su fuero íntimo, ¿qué piensa que le sucedió a Santiago?
-Al inicio, cuando presentan el habeas corpus, dicen que alguien no había podido cruzar el río. Todo lo de la captura vino después. Por eso, la primera medida que ordené fue que la Prefectura rastrillara el río con buzos y drones. Supimos después que la comunidad ya lo había hecho a la mañana siguiente. Por eso no tiene sentido la versión de su captura.
Quedan dos hipótesis...
-A Santiago o lo capturaron o quedó en el río. Nunca tuve la versión de la comunidad de que le hayan tirado una piedra, o lastimado en el río, o que le hayan tirado un tiro, o algo por el estilo. Esa versión nunca apareció. Nadie está reconociendo algo tan determinante.
-Fue criticado por lentitud en la investigación y por no haberlo buscado en "territorio sagrado".
-A medida que fui teniendo recursos, adoptamos todas las medidas necesarias. No se llega a comprender en su total dimensión cuál es el problema que estamos teniendo con esta comunidad: es extremadamente violenta. Las condiciones necesarias y operativas para ingresar en una comunidad como ésta es como lo hicimos el 16 de agosto, algo similar a lo que se hizo el 10 de enero: convocando a un cuerpo de seguridad especializado en avanzar con escudos, sin armas letales y ocupar el lugar. El 16 no se produjo ningún enfrentamiento porque la gente se retiró al vernos llegar. Si ingresaba aquel día, podría haberse producido un hecho peor: el riesgo de enfrentar un ataque.