Más allá de la legislación particular de cada estado estadounidense con respecto al abuso hacia los animales, el FBI decidió incluir dicho delito en el Sistema Nacional de Reportes Basados en Incidentes (NIBRS, por sus siglas en inglés).


El proyecto nació en 2014 y pasó a ser implementado a comienzos de este año esperando que las primeras estadísticas de abusadores de especies domésticas como silvestres estén para comienzos de 2017.

"Los datos rigurosos sobre la magnitud y frecuencia de crímenes contra animales cumplirán un rol vital en mejorar las leyes federales, estatales y locales para el mejoramiento de los animales", destacó John Thompson, director ejecutivo adjunto de la Asociación Nacional de Alguaciles.

Antes de esta actualización del registro de abusadores y maltratadores, los datos no quedaban registrados o aparecían difusamente bajo la categoría 'otros'.

Además, ahora los oficiales estarán obligados a reportar cada episodio, más allá de que haya o no un arresto.

Para el FBI la crueldad animal implica "realizar una acción que maltrata o mata a un animal sin causa justa, intencionalmente, a sabiendas o por negligencia. Esto incluye acciones tales como torturar, atormentar, mutilar, herir, envenenar o abandonar. De esta manera, los crímenes contra los animales quedarán dentro de una de cuatro posibles categorías: abandono, abuso organizado (como lucha de perros y riña de gallos), tortura y abuso intencionales, abuso sexual".