El consumo cae en picada: las ventas minoristas caen 8% y llevan siete meses a la baja
Según el informe presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se registró un nuevo retroceso en los niveles de comercialización, en algunos rubros, afectado directamente por las ventas 'puerta a puerta'.
En una clara muestra de que la billetera de los argentinos empieza a estar cada vez más apretada, las ventas minoristas cayeron un 8,1% en julio -teniendo en cuenta el mismo mes de 2015- en una caída que lleva siete meses consecutivos, según se desprende de un informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Mientras los comerciantes ofrecieron "descuentos agresivos para atraer clientes y obtener la liquidez necesaria que les permita afrontar los pagos de salarios, alquileres, servicios y reposición de mercadería", los resultados siguen siendo negativos. Las mediciones de julio registraron una caída promedio interanual de 6,6% en los primeros siete meses del año.
Si se analiza por rubros, 'Electrodomésticos y artículos electrónicos' registró una baja de 18,1%, 'Materiales para la construcción' perdió un 12,7%, mientras que 'Ferreterías' retrocedieron 12,2% y las 'Golosinas', un 10,2%.
Sobre los artículos electrónicos, CAME destacó la negatividad para el sector que trajo "la noticia de que vuelve el 'puerta a puerta', donde muchos consumidores evaluaron esperar este sistema frente a la posibilidad de conseguir algunos productos más económicos como celulares, joysticks, y otros pequeños artículos electrónicos".
Las casas de Artículos deportivos registraron una caída anual de 7,8%, con muy poco público en los comercios justamente afectados por el 'puerta a puerta', aunque los empresarios de la indumentaria de deportes confían en que las 12 cuotas compense dicha pérdida. Los locales de ropa en general "la gente buscó exclusivamente ofertas. Los comercios adelantaron liquidaciones para hacerse de liquidez y el público se orientó a esos productos", describieron desde la organización de minoristas.
El análisis que brindó CAME de la actividad comercial durante el receso escolar de invierno habló de "mucho público en las calles, pero poca gente entrando en los locales con ánimo de compra. Los aguinaldos ayudaron por momentos, pero las familias sólo se limitaron a comprar los productos necesarios. Tal es el caso del Día del Amigo, donde hubo bajos niveles de consumo".
A pesar de las fuertes ofertas, con rebajas de hasta 50% en productos de buena calidad -en indumentaria, calzados, marroquinería, bijouterie y textil blanco- se vendió poco: "Claramente porque el poder adquisitivo de las familias se derrumbó y se vuelven a establecer prioridades en los gastos", admitieron.
En Alimentos y Bebidas, las cantidades cayeron 1,9% anual y se notó que "los comercios chicos prácticamente no pueden competir contra las ofertas agresivas de los supermercados. Lo que compensó fue la búsqueda de segundas y terceras marcas, con compras más frecuentes durante el mes para controlar gastos".