A sus 75 años, Donald contó que el medicamento que está tomando lo ayuda bastante a controlar los temblores y reveló que en realidad la enfermedad la tenía desde hace mucho tiempo pero que comenzó a manifestarse durante la pandemia.

El músico se aferra una vez más a lo que más ama para tratar de convivir con este momento: la música.

Así fue que el autor de "Tiritando" contó que cuando se pone nervioso se le activan los temblores, y que la mejor manera de pararlos es tocando y cantando.

El texto de Donald: 

UUUUPS...HA RECRUDECIDO

Tengo un Parkinson galopante AMIGOS, y cuando empiezo a temblar me cuesta parar.

Le presento batalla día a día, apelando incluso a terapias alternativas que alivian..."lo quiero vencer"...pero noto que pese a mi resistencia, el mal no cede y no se da por vencido.

Gracias a Dios, a la Virgen, a Jesús y a la Ciencia, existe un medicamento que calma, que aquieta, que apacigua, disminuye y hasta hace desaparecer (por completo) los temblores (siempre y cuando se observen determinadas condiciones).

El estar sentado en paz, contento, tocando la guitarra cantando, ya sea sobre una banqueta en un escenario, o en un sillón de casa, en ambientes amables, amigables (despojados de stress, enojos, tristeza y/o angustia), me provoca gran alegría.

Los temblores desaparecen por completo.

La pálida aparece cuando me paro , o me pongo en movimiento.

Ahí se agudizan las tensiones y se trasladan a todo el cuerpo.

Para desplazarme de un lado a otro, debo hacerlo agarrándome de lo que encuentre a mano, y con extrema lentitud doy un pasito detrás del otro, hasta que llego a donde me propuse llegar...sin contratiempos y sin caerme, aunque tomando seriamente en cuenta, el peligro que significa moverme así, debido a la posibilidad de marearme, caerme y de lastimarme con el porrazo.

El PARKINEL (la Levodocopa... tal es su nombre genérico), ha demostrado su efectividad cuando estoy quieto y en estado de absoluta serenidad...sin embargo ante cualquier agitación no buscada o alteración no deseada, estando de pie o caminando, la escasa dopamina en mi sistema neurológico, sigue cantando presente y peor aún...pareciera recrudecer en su agresión física.

No solo el temblequéo AMIGOS es lo féo del Parkinson.

Además de ese fastidioso síntoma visible e inocultable en mi dedo pulgar izquierdo, aparecen otros signos notorios y muy incómodos como ser la rigidez y la lentitud.

Existen cantidades adicionales de malestares que provoca el Parkinson en las personas, por ejemplo en mi caso...dolorosas contracturas en la espalda, (especialmente a la altura de las vértebras dorsales), enredarme en la sábanas, dificultad para darme vuelta en la cama, para abrocharme los botones, atar los cordones de los zapatos...(las zapatillas me las pongo y me las saco sin desatar los cordones), etc etc, pero acá estoy AMIGOS...y sigo estando...vivito y coleando, gracias a Dios.

Ni que fuese un visionario (como lo fue mi viejo)... una semana antes de la Pandemia me reuní con un empresario artístico, pues teniamos ganas de hacer una gira por todo el país.

El Parkinson aún no se me había manifestado visiblemente y era mi deséo el cantar en público, sintiéndome entero y ágil para subirme y bajarme de cualquier escenario.

Vino la Pandemia, el aislamiento, el sedentarismo, la tristeza inesperada que me generó el fallecimiento de mi hermana menor Patricia y que desencadenó se manifestara ésto que llevo adentro, desde quien sabe cuando.

¿Que me llevó a blanquear mi enfermedad?...sin duda fueron las valientes declaraciones de Esteban Bulrich y Javier Lombardo, cada uno contando su lucha contra la enfermedad neurológica que le tocó en suerte padecer a cada uno de ellos.

Y a partir de compartir con ustedes AMIGOS, lo que me toca vivir cada día, la carga se me hizo más ligera...menos pesada.

Hoy sinceramente, no se si lograré vencer al mal, pero lo que puedo afirmar a los cuatro vientos, es que no voy a dar mi brazo a torcer.

¿Es digno de un artista, el subirse a un escenario en una condición física como la mía que como bien dijo un querido amigo mío, inspira lástima?

"The Show must go on", reza una máxima del Show Bussiness.

Todos estamos al tanto y de acuerdo.

Recuerdo que SANDRO DE AMÉRICA se subió al escenario del Teatro OPERA con un tubo de oxígeno para poder respirar y cantar.

SANDRO cantó hasta el último de sus días, y su gesto valiente y generoso, lo aplaudo vivamente.

Se AMIGOS, que mientras tenga un hilo de voz para cantar, y flexibilidad en los dedos para tocar la guitarra, seguiré en la palestra y nada ni nadie , lo podrá impedir ni evitar...al menos eso es lo que me propongo hacer.

Veremos!!!

Hay cosas peores en este mundo AMIGOS que el Parkinson...(por ejemplo el odio y la guerra), estarán de acuerdo conmigo.

En mi caso particular, al dichoso Parkinson no le voy a permitir que me robe el alma.

Por supuesto que no !!!

Podrá meterse con mi cuerpo, pero no con mi espíritu y mi vida, que está solo en las manos de Dios Bendito.

¡Gracias Dios y Señor mío por tu AMOR y por cada minuto de vida que me obsequiás en este mundo junto a Vero, a mí familia, mis amigos y todos mis seres más queridos!!!