Diego tiene más de 100 años y habitaba el zoológico de San Diego, en Estados Unidos, pero cuando los especialistas comenzaron a notar que la especie estaba en peligro de extinción decidieron repatriarlo a su ambiente natural en Ecuador. 

Cincuenta años atrás, solo quedaban dos machos y doce hembras pero gracias al entusiasmo de Diego esa situación pudo revertirse y, tras un análisis genético, se comprobó que Diego era el padre de unas 800 tortugas. 

Washington Tapia, científico y trabajador del Parque Nacional de Galápagos, aseguró: "Realizamos un estudio genético y descubrimos que es el padre de al menos un 40 % de las crías que fueron soltadas en Española. No diría que la especie (Chelonoidis hoodensis) está en salud perfecta pero es una población que está creciendo que es lo más importante". 

Y agrega: “Estaban dispersos por toda la isla, con lo cual era imposible que se pudieran reproducir”, anota Tapia y se refiere a este "Playboy" como el “macho 3” ya que “No soy amigo de ponerles nombre a las tortugas porque esto no es un zoológico; es una herramienta de conservación”. 

Diego es el ejemplo contrario a lo que pasó con  George, el último ejemplar de la especie Chelonoidis abigdoni, que murió en 2012 tras negarse a aparearse en cautiverio con hembras de subespecies relacionadas.

 

Fuente: The Independent