Porque el Estado de España no tiene una sola acción de Repsol y más del 50 por ciento de las mismas está en manos de empresas multinacionales no españolas, la ciudadanía ibérica comienza a tomar conciencia de los exabruptos del gobierno de Mariano Rajoy y de los principales medios de ese país.

Ello, entonces, comienza a repercutir en algunos sectores de la prensa, como los medios económicos. Es el caso de Expansión.com, que hoy publica una columna titulada “YPF: un hito más en la historia del nacionalismo energético”, donde dice que las empresas públicas “ya acaparan el 90% de las reservas del mundo, desde Latinoamérica a Noruega, Rusia y Oriente Medio”.

“La decisión de Cristina Kirchner de nacionalizar la petrolera YPF –dice el artículo-, aunque dramática para Repsol, tiene poco de original. Winston Churchill, antes de ser primer ministro, justificó en 1914 la compra por el Gobierno británico de la mayoría del capital de Anglo-Persian Oil Company (el germen de BP) porque ‘sin petróleo, Reino Unido no puede mantener su actividad económica’. Downing Street pagó 2,2 millones de libras por el 51% de la empresa y fue accionista de BP hasta su privatización total en los años ochenta”.

La columna de Roberto Casado advierte que “desde entonces, las intervenciones estatales en el sector se han sucedido y, hoy, el 90% de las reservas de petróleo del mundo y el 75% de la producción están en manos de empresas públicas”.

¿Cuáles son las razones políticas de estas medidas? Expansión.com cita a Silvana Tordo, del Banco Mundial, para quien “es un arma diplomática y una vía para manejar la economía local: ‘El petróleo es la materia prima con más influencia en la política internacional y en el desarrollo socio-económico’”, indica Tordo.