El ejemplar crece en caminos de lava de hasta mil años en Hawaii y es de un color naranja brillante con un aroma tan particular que logra excitar a las mujeres.


El hallazgo fue documentado en el 2001 por los científicos John Halliday y Noah Soule que divulgaron "los beneficios afrodisiácos" del hongo  de la especie Dictyophora.

Recientes experimentos avalan esas virtudes. Los compuestos en las esporas son similares a los neurotransmisores que se activan en el cerebro humano femenino durante el encuentro sexual y provocan orgasmos espontáneos en la mayoría de las mujeres.

No ocurre lo mismo con los hombres, según informa The Independent que incluso señalon que el "olor del hongo era desagradable".