Cuando se robaron el cadáver de Charles Chaplin y estuvo desaparecido 10 semanas
Fue hace cuarenta años, cuando en la madrugada del 1 de marzo de 1978 dos hombres- como se sabría más tarde- abrieron la tumba de Charles Chaplin y se robaron el cajón con el cuerpo. Una historia de regateo, torpeza y falta de respeto que tal vez al propio Chaplin le habría divertido.
Cuarenta y ocho horas después de que se conociera la noticia de que el genial Charles Chaplin había muerto, el 27 de diciembre de 1977 su familia lo enterró en el cementerio de Corsier-sur-Vevey en Suiza con la esperanza de que descanse en paz.
Sin embargo, en la madrugada del 1 de marzo de 1978 alguien robó el cadáver de Chaplin y durante 10 semanas investigadores internacionales trataron de encontrarlo sin éxito.
Fue la falta de experiencia de los ladrones- que se llevaron el cadáver en su cajón y ni siquiera se tomaron el tiempo de tapar la tumba para disimular el hecho- y la tozudez de la viuda, Oona, lo que permitieron que finalmente se halle el cuerpo del cómico.
Apenas se conoció la noticia de la profanación surgieron diversas teorías, entre ellas, que Chaplin había sido removido de su tumba por neonazis visiblemente exasperados por la mundialmente famosa parodia a Hitler en El gran dictador. Otro planteaban que en realidad había sido robado por admiradores que deseaban que sus restos descansen en Inglaterra, donde había nacido.
Lo concreto es que la motivación para tan macabro robo fue el dinero. Cuando la familia empezó a recibir pedidos de recompensa para recuperar el cuerpo.- muchos de esas llamadas resultaron falsas- comenzó todo un sainete que podría haber sido un sketch del propio Chaplin.
Y es que en realidad se trataba de ladrones de poca monta, que no dudaron en regatear el precio por devolver el cadáver. Primero pidieron 600.000 francos suizos y luego se terminaron conformando con la promesa de 100 mil; aunque en realidad fue toda una estrategia de la viuda, junto con la policía, para atraparlos.
Después de un primer intento fallido, la policía finalmente pudo capturar a los profanadores, en Laussane, que fueron identificados como Roman Wardos, un polaco de 24 años, y su cómplice Gantscho Ganev, un búlgaro de 38. Ambos mecánicos estaban en apuros económicos y, tras leer el caso de un robo de un cuerpo en Italia que fue recuperado por el pago de una recompensa, creyeron que podían hacer lo mismo.
Wardos fue condenado a cuatro años y medio de trabajos forzados y Ganev, a 18 meses. Ambos enviaron una nota de disculpa a Oona Chaplin, quien los perdonó.
Una vez atrapados quedaba una gran pregunta por responder ¿dónde está el cadáver? Los ladrones aseguraban que lo habían enterrado "en un campo de maíz", aunque no recordaban el lugar exacto.
Finalmente la policía logró dar con el cuerpo, que estaba a un kilómetro de la mansión de los Chaplin, y lo volvieron a depositar en la tumba original. El granjero dueño del terreno donde había sido enterrado provisoriamente, se enojó por perder una oportunidad turística e instaló una placa conmemorativa: “Aquí descansó Charles Chaplin. Brevemente”.