Marianela Casanova, está con Hernán desde hace diez años y hace cinco, empezaron a buscar un bebé. Tardaron ocho meses en lograrlo pero el embarazo a las pocas semanas de vida lo perdieron. Y así pasó por segunda vez. Cuando fueron al médico se enteraron que ella tiene una alteración genética.

"Me encontraron una translocación balanceada, que hace que el embrión, en la mayoría de los casos sea incompatible con la vida, y se produzcan abortos espontáneos", explicó a TN.com.ar.

Hernán fue el primero en proponer la ovodonación. "Me hacía sentir que como mujer, no servía, pero al poco tiene entendí que no era así. Una cosa es ser mamá y otra donante", asegura.

"Las mujeres deciden donar sus óvulos y buscan una pareja compatible desde el aspecto médico. En algunos centros de fertilidad te piden fotos para buscar un genotipo parecido pero a mí no me importaba, yo solo quería ser mamá", detalló.

El embarazo sucedió con normalidad y Luca llegó a sus vidas. Tras concretar su sueño pensaron que ellos también tenían que ayudar a otros por eso, tomaron la decisión de ser donantes.

"Mi marido y yo nos informamos, fuimos a un banco de esperma y él pudo donar. Sabemos que estamos ayudando a otras familias y esa es la mayor retribución que podemos hacer, después de haber formado la nuestra", se entusiasma.