A poco más de 100 kilómetros de Buenos Aires, ideal para una escapada, se encuentra un pequeño pueblo que se destaca por su gastronomía, tranquilidad y la hospitalidad de los habitantes que reciben a los turistas. Este pueblo que se llega por Ruta Nacional 3, es visitado por el artista Joan Manuel Serrat cada vez que arriba a la Argentina.

El cantante y compositor español va cada tanto a Abbot a tomarse un café. Su mánager Claudio tiene una casa allí y lo invita con frecuencia para pasar unos días rodeado de tranquilidad y de buenos platos.

Cómo es la escapada que siempre realiza Serrat a un pueblo bonaerense

Este pueblo en donde se refugia Joan Manuel Serrat cada vez que visita la Argentina, ofrece empanadas, minutas y picadas únicas que demuestran la hospitalidad de los habitantes del pueblo.

El Camino Carretero, que asoma apenas se llega a Abbott, se hunde en el campo de siestas de sol y atardeceres piadosos. Con 11 kilómetros de ripio, este lugar fue un punto por donde pasó el General Lavalle en las persecución que terminó con el asesinato de Dorrego, para saciar la sed de los caballos.

Abbottt ofrece mucha tranquilidad, silencio y sorpresas como el Lawn Tenis Club que fue fundado en enero de 1920 y vio a una de las grandes figuras del deporte nacional: Guillermo Vilas. Por otro lado, el pueblo cuenta con la restauración de la esquina del nuevo hotel Abbott, de 11 cuidadas habitaciones en galería con mucho confort, cuyo jardín está por inaugurar su pileta de natación.

Por otro lado, Abbott cuenta con comercios que ofrecen pastas caseras como sorrentinos de molleja o de langostinos, mascarpone y ciboulette con crema de azafrán. También se puede disfrutar de el cochinillo entero o el pulpo.

Para los fanáticos del asado, se puede pasar por Pluma Negra, un restaurante donde se sirve una gran parrillada y comida casera como empanadas, pizzas y hamburguesas. También se puede probar una milanesa gigante a la napolitana con fritas.

Andrea Dan recibe en Amar Té & Café, una espléndida casa con jardín, a los viajeros que quieran probar infusiones en hebras en teteras de porcelana con un sabor perfecto. También ofrece café en distintos tipos de filtrado junto con una pastelería con los mejores sabores.

Por último, la cancha de pelota paleta -cuidada por Stella Maris Giallonardi- es una edificación preciosa y conocida por sus empanadas al disco y por las pelotas que vende a los que arriban al pueblo.