Conocé un Banhija, el semisótano en el que viven los personajes de 'Parásitos' en Corea
Por primera vez en la historia una película de no habla inglesa ganó a mejor película en los Oscar lo que podría ser una gran oportunidad para explorar masivamente otras culturas.
Ir a ver cine coreano definitivamente no era una práctica común para un argentino promedio pero desde que Parásitos ganó el Oscar a mejor película extranjera muchos cines comenzaron a reproducir este film que deja entrever particularidades de esa cultura asiática.
Parásitos cuenta una historia sencilla pero no por eso vacía de vericuetos y sorpresas dignas de un cine muy lejano a Hollywood. En ella se puede apreciar dos familias, una muy rica y otra muy pobre y la relación entre todos sus miembros llena de mentiras, desventajas, y aprovechamiento.
Justamente los cuatro protagonistas viven en una banjiha, un semisótano, muy común en los barrios bajos de Seúl, la capital de Corea del Sur. Estos "departamentos" tienen escasas ventanas que suelen dar a la calle, poca ventilación, techos muy bajos, poco espacio, y el sanitario en altura.
Se evidencia la falta de luz solar, problemas de húmedas, entre muchas otras cuestiones. Pero hay muchos coreanos que viven en estas condiciones. Históricamente los banjiha fueron construidos con otra intención.
En 1960 agentes norcoreanos se infiltraron en el sur y hubo muchos incidentes terroristas, por lo que el gobierno ordenó que todas las nuevas construcciones tuvieran sótanos que sirvieran como refugios en caso de cualquier ataque nacional o emergencia.
Inicialmente, el alquiler de estos espacios estaba prohibido, pero esto cambió con una crisis de vivienda que afectó a la ciudad en la década de 1980. Con muchos habitantes y pocos hogares, el gobierno local cambió su legislación y el banjiha se legalizó.