Condenaron a perpetua a Etchecolatz, por el secuestro de la hija de Estela
Se lo encontró responsable del secuestro de Laura Carlotto, madre de Ignacio Guido. Este viernes, la Justicia condenó a prisión perpetua a 15 de los 21 represores juzgados por delitos cometidos en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata condenó a prisión perpetua a 15 imputados por los secuestros y torturas de más de un centenar de víctimas de la dictadura cívico-militar, entre ellos, a los ex militares del Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército, espías que dependían del temible Batallón 601.
Además, condenó a penas de 13 años a tres ex agentes civiles de inteligencia y a 12 años a un marino. A todos, "por su complicidad con el genocidio perpetrado en la dictadura cívico-militar de 1976-1983, al intervenir en la matanza de un grupo nacional".
En tanto, los jueces del TOF 1 de la capital provincial, Carlos Rozanski, Pablo Vega y Pablo Jantus, condenaron al represor de la policía Miguel Etchecolatz y al ex ministro de Gobierno bonaerense, James Smart, a cadena perpetua por los delitos de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad agravada y tormentos "en el genocidio perpetuado durante la última dictadura cívico militar".
Entre los casos por los que fueron condenados, se encuentran el de Laura Carlotto, hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y madre biológica de Ignacio Guido, quien se supo de su filiación este año por el cotejo de ADN. Estela de Carlotto presenció en el tribunal el veredicto.
Emotivas definiciones de Estela, antes de la sentencia:
"Ahora vamos a estar en paz, porque creo que nuestros seres queridos asesinados estarán descansando en paz", dijo Estela de Carlotto apenas terminó la audiencia.
"Están hablando con una abuela feliz que recuperó a su nieto, que se está enterando de este acontecimiento en el que se ha mencionado a su mamá; con estas condenas a quienes no tienen un rasgo de humanidad, porque todavía se sublevan, insultan y se creen que son víctimas. Esta es la democracia que felizmente tenemos. Nos vamos bien", completó.