En la provincia de Buenos Aires, hay un encantador pueblo que se destaca por su exuberante vegetación, lo que lo convierte en un destino perfecto para una escapada de fin de semana.

Ubicado en el partido de Saladillo, este lugar no solo posee más de 300 especies de plantas, sino que también alberga un "millón de árboles". Este atractivo poblado es sede del Vivero Municipal más importante de la región.

Qué escapada a 200 kilómetros de CABA podés hacer: se conoce por tener un millón de árboles

El pueblo se trata de Cazón, que se ha convertido en un sitio imprescindible para quienes disfrutan de actividades al aire libre, ya que ofrece la oportunidad de pasear, compartir unos mates y relajarse en plena naturaleza. Otro atractivo para los visitantes es la antigua estación de tren, que fue inaugurada en 1884 y estuvo en funcionamiento hasta 2018, agregando un toque de historia al entorno.

Para quienes deseen extender su estadía en Cazón, la Base de Campamento es una excelente opción. Este espacio municipal cuenta con una casa equipada con cocina a gas, un comedor con capacidad para 60 personas y habitaciones con literas, ideal para grupos que deseen acampar. Además, ofrece vestuarios con duchas, agua potable y una chimenea de leña. El predio también dispone de parrillas, quinchos y una cancha de fútbol.

El Vivero Municipal "Eduardo L. Holmberg", bautizado así en homenaje a la Ley de Forestación promulgada en 1910, está abierto de lunes a viernes de 7 a 13. Con una extensión de 210 hectáreas y la capacidad de cultivar cerca de 300 especies, es uno de los viveros más destacados de la región.

Qué se puede hacer en Cazón

Dejando de lado sus numerosos viveros, Cazón ofrece una amplia gama de atractivos y actividades para disfrutar. Los visitantes pueden explorar los antiguos hornos de carbón a leña, pasear por un parque solar o disfrutar de las instalaciones del parque recreativo. 

Los domingos, el paseo de los emprendedores y el tambo modelo "Pasturas de Cazón" se convierten en paradas imperdibles, donde se puede adquirir productos locales y vivir experiencias auténticas del lugar.

Para aquellos que disfrutan de la buena gastronomía y la naturaleza, las pulperías y restaurantes de comida tradicional, ubicados en antiguas casonas rodeadas de grandes parques, son el sitio ideal para desconectar y relajarse.