Caso Ángeles Rawson: peritos admitieron errores en las pruebas de ADN
El examen de ADN cuestionado fue el que la Policía le hizo a la denominada "muestra 7", que era parte de una uña hallada debajo del asiento del auto de la familia Rawson. Aunque las pruebas que incriminaron a Mangeri no tienen nada que ver, la defensa volvió a cuestionar la investigación.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 escuchó a los responsables del área de ADN de la División Laboratorio Químico de la PFA, Mabel Novoa y Eduardo Arzac, quienes ya habían informado la equivocación por escrito, aunque hoy lo expusieron en el juicio oral.
Los estudios que incriminaron al portero Jorge Mangeri no entran entre los que fueron contaminados, es decir que el material genético con el perfil de Mangeri hallado debajo de tres uñas de Ángeles es la principal causa de su imputación.
Sin embargo, estos testimonios le sirvieron a la defensa para cuestionar la seriedad de los exámenes genéticos hechos en la causa: “Hoy quedó demostrado con qué poca seriedad se hacen los estudios de ADN en la Argentina”, dijo el defensor Adrián Tenca.
El examen de ADN cuestionado fue el que la PFA le hizo a la denominada "muestra 7" que era parte de una uña hallada debajo del asiento del auto Chevrolet Celta que manejaban tanto la madre de Ángeles, María Elena "Jimena" Aduriz, como su pareja Sergio Opatowski.
Este estudio dio como resultado un perfil genético femenino distinto al de Ángeles y luego se determinó que era de la perito Novoa, quien había tomado la muestra con un hisopo: “Nos dimos cuenta cuando revisamos todos los datos crudos porque se nos venía el juicio oral. Somos dos y yo soy la única mujer. Debo haber sido yo. Fui yo”, le contestó la especialista al abogado defensor.
La bioquímica respondió que pese a tomar recaudos como usar “guantes, barbijo, material descartable y un lugar estéril”, debe haber sucedido en “el paso de la extracción”, al rozar el hisopo en la uña: “Cualquier célula o descamación de la piel puede contaminar”, dijo Novoa.
Fuentes judiciales aclararon a Télam que la uña no sólo fue analizada por el Laboratorio Químico de la PFA, sino también fue enviado al laboratorio del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
La dependencia universitaria hace los ADN para el Cuerpo Médico Forense, y allí se determinó que correspondía a una mujer cuyo perfil genético tenía un parentesco de “primer grado” con el patrón de Ángeles.
Por ello, los investigadores infirieron que esa uña es de "Jimena" Aduriz, quien además, al declarar en el juicio, recordó que a ella se le había roto una dentro de su auto.
Además de Novoa, ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, declaró su compañero de laboratorio, Arzac: “En los medios estaban nuestras pericias, decían que los valores no coincidían, nos fijamos y era cierto”, admitió.
Ambos peritos también reconocieron que cometieron un error de “copy/paste” en el informe sobre el ADN hallado en distintas prendas de vestir de Ángeles: “Hubo un error de transcripción en el copio y pego. Se pegó la tabla equivocada”, dijo Novoa.
La mayoría de los peritos que debían declarar este miércoles finalmente no lo hicieron, porque fueron desistidos por las partes y el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles.
A la próxima audiencia será llevado por la fuerza pública Leonardo Sebastián Gelso, el empleado de la planta de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez que halló el cadáver de Ángeles y hoy faltó por tercera vez pese a estar notificado.