Barrick Gold y su cuarto derrame de ''material rico'' en los últimos 12 meses en Veladero
En la misma mina sanjuanina donde la empresa canadiense ya tuvo tres derrames volvió a sufrir la rotura de un caño. Evalúan si hubo daño ambiental. Una de las cámaras de control, casualmente estaba fuera de servicio.
La minera canadiense Barrick Gold informó al gobierno sanjuanino que sufrió una nueva rotura de un caño y derrame de "material rico", en su mina de oro Veladero -ubicada en el departamento Iglesia-, y ya cuenta su cuarto accidente con peligro de contaminación.
El subsecretario de Información Pública, Osvaldo Lima, confirmó el accidente en declaraciones a Diario de Cuyo, al tiempo que informó la realización de trabajos de contención, aunque aún no se puede definir la magnitud que tuvo.
Lima informó que desde el Gobierno están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad sobre el valle de lixiviación, por medio de una comisión del Ministerio de Minería que verifica la situación en el lugar.
Según el presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, Enrique Viale, "es al menos el cuarto derrame de Barrick en un año. No hay más excusas. Exigimos el cierre inmediato de la mina Veladero. Se lo exigimos a los gobiernos pero también lo haremos judicialmente", se puede leer en sus redes sociales.
Viale aportó un pequeño video en Twitter en el que muestra que al momento del accidente, según lo informado por la empresa, la cámara del Río Potrerillos casualmente estaba fuera de funcionamiento.
Veladero es una mina de oro que es explotada por la empresa Barrrick, en producción desde el año 2005. Está ubicada en la cordillera, cerca de la frontera con Chile, a casi cuatro mil metros de altura.
El pasado 8 de septiembre de 2016 se registró un accidente similar, que llevó al Gobierno provincial a suspender toda la actividad por un periodo de tiempo. Sin embargo, fue el 12 de septiembre de 2015 cuando allí sucedió el peor desastre ambiental de la minería argentina: cinco millones de litros de agua cianurada fueron derramados, contaminando con mercurio y arsénico los ríos Potrerillos, Jáchal, Las Taguas, Palca y Blanco.