Ángel de Brito tenía una muy buena relación con Jorge Lanata pero eso no le impidió revelar el escándalo que estalló en pleno velatorio mientras sus hijas y su esposa habían acordado una tregua.

Obviamente no estaban juntas. De un lado estaba Elba Marcovecchio con sus dos hijos y del otro lado las dos hijas de Lanata con sus respectivas madres. El cuerpo ya había sido reconocido y entre todos los familiares habían acordado hacer la ceremonia a cajón cerrado ya que el cuerpo del periodista estaba bastante maltratado después de seis meses de terapia intensiva.

En este caso fue el chofer de Lanata, Facundo, el que empezó a pedir a los gritos que abrieran el cajón para constatar que el cuerpo de su jefe estaba adentro.