Otro logro para Abuelas. La organización recuperó a la nieta número 110, hija de Oscar Guitiérrez y Liliana Isabel Acuña, como lo afirmó Estela de Carlotto.

Carlotto, acompañada de otros nietos, funcionarios y hasta el juez español Baltasar Garzón, anunció la restitución de identidad de la joven y y subrayó que es la nieta de una de las doce fundadoras del organismo, Vilma Sesarego.

"Se acercó incentivada por unas amigas y por su entorno; la recibió un equipo que verificó que los datos concordaban con el de una de las familias por lo que el caso fue enviado a la CONADI, donde se pudo hacer un examen rápido", expresó la titular de Abuelas.

"Ayer el banco de datos genéticos informó la identidad real de esta joven que ahora está procesando esta información”, afirmó y agregó: "Cuando ella quiera en Abuelas se hará el encuentro con los tíos, primos, sobrinos, nietos y ella”.

En tanto, el tío de la joven, Rodolfo Gutiérrez, marcó: "Soy un convencido de que la vida siempre le gana a la muerte y esta es la muestra. Fue un embarazo de 36 años".

Además, Abuelas de Plaza de Mayo emitió un emotivo comunicado que inició: "Las Abuelas de Plaza de Mayo tenemos la enorme alegría de informar que hemos encontrado a la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y Liliana Isabel Acuña, desaparecidos el 26 de agosto de 1976. Liliana cursaba entonces el quinto mes de embarazo".

Una historia detrás del reencuentro

La nieta recuperada número 110 es hija de Liliana Acuña y Oscar Gutiérrez. Ambos militaban en Montoneros y fueron secuestrados en 1976 en la ciudad matancera de San Justo cuando la joven estaba embarazada de cinco meses.

Por testimonios obtenidos por la familia, pudo saberse que la pareja permaneció detenida de modo ilegal en la Comisaría 4° de Martínez y que Liliana dio a luz en fecha en un hospital del partido bonaerense de San Martín.

La madre de Oscar, Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez, los estuvo buscando sola y sin apoyo durante meses. A comienzos de 1977 se integró al grupo de madres y familiares que se comenzaron a reunir en la Plaza de Mayo.

La nieta recuperada 110 se presentó sola ante el organismo de DD.HH. y pidió que se le haga el ADN porque tenía dudas sobre su identidad. Hoy sabe su verdadera historia. Su abuela ya no está, pero su lucha sirvió y mucho.

"Siempre te estuvimos buscando", es lo primero que le dijo su tío Rodolfo Gutiérrez al conocerla. Otro reencuentro que le otorgó el derecho a la identidad a una argentina y otro cachetazo contra la impunidad y el olvido.