A 20 años del asesinato de Cabezas, sin detenidos y con un sabor amargo
El 25 de enero de 1997 se dio en Pinamar un crimen que revolucionó al país y unió a periodistas bajo el lema de 'libertad de expresión'. Hoy, los siete condenados por el asesinato están en libertad, pero la memoria sigue intacta.
José Luis Cabezas sigue en la memoria de todos, a exactamente 20 años de su brutal y sanguinario crimen. Un crimen que fue un atentado a la libertad de expresión en manos de la corrupción y la mafia.
Este miércoles 25 de enero se cumple un nuevo aniversario de su muerte, encargada por el empresario Alfredo Yabrán, y perpetrada por una banda delictiva formada por policías y delincuentes.
Pero hoy ninguno de ellos está en prisión. Por diferentes motivos o por la muerte misma, se soltaron de las cadenas de la Justicia dejando un panorama desolador.
El último fue el autor material del crimen, quien le disparara dos tiros en la cabeza al fotógrafo de Noticias: Gustavo Prellezo, quien recuperó su libertad por buena conducta este último 21 de diciembre.
"En la cárcel se recibió de abogado, pero nunca le pidió perdón a la familia de José Luis y eso debería ser parte de la resocialización", remarca el periodista Gabriel Michi, quien trabajaba con José Luis.
El jefe de Seguridad de Yabrán en aquel momento, Gregorio Ríos, sindicado por haber instigado el crimen, cumplió con su condena hace dos años y ahora administra campos en la provincia de Corrientes.
Por otro lado, el policía Sergio Camaratta, murió el 3 de abril de 2015 y el efectivo de la bonaerense Aníbal Luna condenado a prisión perpetua se encuentra beneficiado "por un régimen especial" y se encuentra en libertad en la localidad bonaerense de General Madariaga.
Lo mismo sucede con el ex comisario Alberto "La Liebre" Gómez, comisario de Pinamar al momento del asesinato y condenado por haber liberado la zona la noche del crimen, y que en la actualidad goza de un régimen de "libertad asistida".
La banda de los "Horneros", el grupo de delincuentes que fueron reclutados por Prellezo y que participaron en este crimen, tuvieron casi todos una suerte similar a la de Ríos y los uniformados.
José Luis Auge, otro condenado, fue liberado en 2004, y Sergio Gustavo González también recuperó su libertad en febrero de 2006 gracias a una reducción de pena a 20 años. Aunque ese beneficio se le conculcó al quedar envuelto en una causa por drogas.
También Horacio Anselmo Braga, sentenciado a 18 años de prisión, quedó en libertad el 25 de enero de 2007, y Héctor Retana murió en 2001 en la cárcel de Olmos.