En contra de violencia genero una propuesta organizada por Río da Paz, una organización no gubernamental que se caracteriza por sus llamativas manifestaciones contra las diferentes formas de violencia en Río de Janeiro, la ciudad en la que se darán los Juegos Olímpicos en agosto próximo.

Las bombachas representan las 420 mujeres que son violadas cada tres días en Brasil, un país en el que se calcula que se registran unos 50.000 ataques sexuales y que en su mayoría no son denunciados. Junto a ellas, fueron expuestas también enormes reproducciones de imágenes del fotógrafo Marcio Freitas para la exposición Nunca me callaré.

Las fotografías, de dos metros de alto por dos de ancho, fueron hechas para un ensayo sobre la angustia sufrida por las mujeres que son víctimas de abuso, en el que participaron unas veinte modelos. "Tan importante como combatir el abuso contra la mujer es exigir acciones preventivas del poder público. Cada día se hace más necesaria la implementación de políticas de educación y protección", afirmó el presidente y fundador de Río de Paz, Antonio Carlos Costa, al explicar el motivo de la exposición.

La manifestación en Copacabana se produce quince días después de que numerosas personas denunciaran la circulación de un video en las redes sociales en el que una adolescente de 16 años aparece desnuda y desmayada, con los órganos genitales sangrando, mientras que el autor de la grabación comenta que fue violada por treinta personas.