¿Sus auspiciantes ya no quieren bancar a Longobardi?
El periodista de radio 'buitre' advirtió sobre incomprobables presiones del Gobierno sobre la marca que publicita en su editorial política de cada programa, pero al día siguiente, el auspicio volvió a escucharse. La empresa lo desmintió pero el conductor nunca se retractó.
Mantener la mentira hasta el final. Eso es lo que persigue Marcelo Longobardi, al acusar al Gobierno de haber presionado a la marca que auspicia sus columnas editoriales en radio Mitre y, a pesar de la desmentida de la propia empresa, nunca volver atrás en sus palabras.
En una clara operación para obligar a la compañía a no discontinuar su aviso, el conductor utilizó la figura de la Presidenta para inventar un modus operandi, que justamente es un clásico de los comunicadores que defienden los intereses corporativos.