“La campera de la Metropolitana está hecha en talleres truchos”
El integrante de la comunidad boliviana "Simbiosis cultural", Juan Vázquez, convocó a la población a acompañar la marcha que realizarán el jueves 14 en Flores, a las 17, para reclamar justicia por Rodrigo y Rolando, los niños de 5 y 10 años que murieron durante el incendio del taller textil.
"Vamos a hacer una marcha por Gaona, donde está la escuela a la iban los chicos, y vamos a ir hasta la calle Luis Viale, donde luego de nueve años del otro incendio no hay ni una sola persona procesada", contó Vázquez en una entrevista realizada por "Núcleo duro" en Radio Nacional.
Vázquez afirmó que con el Gobierno de la Ciudad "la comunicación es nula" y sostuvo que el gobierno nacional, desde el Instituto de Tecnología Industrial (INTI) "propuso una oblea que vaya con la ropa pero que para ponerla, el INTI tenía que revisar la ropa, cómo y dónde se hacía".
"El INTI propuso esto a las más de 150 marcas y sólo aceptó una. Se llama OMBU. Además de que de esas 150, hay 109 marcas que están denunciadas. Y después están las instituciones. La campera de la Metropolitana está hecha en talleres truchos. Sólo Nilda Garré aceptó la oblea del INTI cuando estaba en el Ministerio de Defensa", concluyó.
Raúl Dellatorre explicó cómo funcionan los talleres clandestinos:
Vázquez explicó que "el sistema textil se nutre de migración, porque cuando migramos cortamos nuestros lazos sociales que es la única manera de poder trabajar 17 horas por día. Además, en esa situación es que nos encontramos muy vulnerables y es más fácil imponer las condiciones que se nos imponen".
"Se aceptan porque no tenemos lazos de contención. Y después aparece un proceso de naturalización del que participamos todos. Es como aceptar que haya chicos que no tienen para comer en la calle", afirmó.
"En 2006 murieron seis compañeros y fue tan doloroso lo que estaba ocurriendo que simplemente salíamos a decir", contó Vázquez que explicó cómo a partir de allí comenzaron a organizarse para ver qué podían hacer.
"Llamamos a una asamblea y enseguida se acercaron un montón de vecinos y de organizaciones bolivianas, argentinas. En pocas horas se llenó y tuvimos más de 150 personas hablando de esto", recordó.