McClement, segundo al mando del submarino Conqueror, que hundió al Crucero General Belgrano el 2 de mayo de 1982, cuando se hallaba fuera de la zona de exclusión, justificó la acción criminal al señalar que "hundir al Belgrano era lo que había que hacer".

"No tengo ninguna duda de que hundir al Belgrano fue lo que había que hacer" por una cuestión de "supervivencia", dijo McClement al periódico Portsmouth News.

Al ser preguntado sobre el alto coste en vidas humanas que ello supuso -casi la mitad de las bajas argentinas en el conflicto-, se defendió al señalar: "Ellos empezaron (la guerra), así que todas las pérdidas de vidas fueron culpa del Gobierno argentino. En una guerra hay que tomar decisiones duras y la gente muere", subrayó.

Con un discurso altamente beligerante, McClemente agregó: "Los argentinos habían invadido nuestro país (por las Malvinas) y eso es la guerra. Una vez que alguien ha empezado la guerra y una vez al otro lado ha decidido ir a la guerra contra ellos, entonces la mejor cosa que puedes hacer es hacerlo tan duro como sea posible".

El 2 de mayo de 1982, el Belgrano recibió el ataque con torpedos del submarino nuclear HMS Conqueror fuera del área de exclusión militar de 200 millas de radio establecida por el Reino Unido. Los dos torpedos de los tres lanzados que recibió el crucero determinaron su hundimiento con la pérdida de 323 de sus tripulantes.

Tras la guerra, la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher fue muy criticada por el hundimiento del Belgrano, ya que, según se supo, la orden de hundir al Belgrano fue emitida directamente por ella, cuando el crucero se hallaba fuera del área de exclusión y no representaba ningún peligro para las fuerzas invasoras inglesas.