En "A Cara Lavada", compartieron el mensaje escrito por una oyente y que fue leído por Cynthia García. Según contó la periodista, el texto fue recibido en el espacio "redes sociales al aire" y enviado por Valeria de Almagro.

El texto completo:

La imaginaron quebrada. Aguardaron relamiéndose el instante justo. Contaban los segundos que tardaría en despedirse. Resumían en 140 caracteres el deseo más profundo: la despedida. La pensaron caída. La vieron rota. La necesitaron tendida. La plegaria de la carroña de quienes no pueden siquiera cocinar su propio plato. Pordioseros de un destino que no les pertenece. Hicieron lo de siempre: observaron sin comprender…mantuvieron la distancia que impone el exceso de pantalla. Saturados de palabras ajenas agotan sus decires y se convierten en repetidoras.

No tienen el reloj en hora. Están (viven) a destiempo.

Habitamos –junto a Ella- el tiempo donde los más humildes de la Patria sueñan.

Es nuestro tiempo. Es el tiempo colectivo…el que comenzó allá por 2003. El tiempo soñado que hoy vivimos como real. Somos una generación con sueños. Somos una generación con convicciones. Somos Él. Somos Ella. Somos el Proyecto.

Somos cada uno de los que laten en la Patria Profunda.

Somos el sueño de una Patria Grande.

Somos el pibe que sintió el viento del cambio que significó decirle no al ALCA.

Somos la abuela que abrazó a su nieto después de más de 30 años de luchar.

Somos el llanto de esa madre que vio tras las rejas al represor que le arrancó a su hijo.

Somos la vuelta de cada jueves en la Pirámide de la Plaza de Mayo.

Somos cada canilla que se abre allí donde nunca llegó el agua.

Somos la luz que se enciende por primera vez allí donde nunca el Estado tendió un cable. Somos las manos tendidas al pibe que nace.

Somos la seguridad social que le garantizará igualdad de oportunidades.

Somos cada casco amarillo que vuelve a tener dueño.

Somos cada joven que ingresa a la Universidad.

Somos nuestro abuelo cobrando su jubilación.

Somos el ama de casa que se jubiló en la moratoria.

Somos la trabajadora de casa particular con derechos que acaba de cobrar en blanco.

Somos todos y cada uno de ellos.

Nunca seremos ninguno de ustedes. No necesitamos del odio (Les pertenece).

La historia les ha otorgado un lugar en las páginas más oscuras y aunque hoy algunos periódicos los maquillen, ustedes son el lado oscuro de la democracia, son la vereda de enfrente de la inclusión, son el odio a las mayorías, son quienes justificaron la exclusión de millones de argentinos…

Ustedes son la Traición a la Patria.

Ustedes son la negación de nuestra América (y las relaciones carnales de los ’90)

Ustedes son el fusilamiento de Dorrego (y los “fusilamientos mediáticos” de hoy).

Ustedes son la década infame.

Ustedes son quienes no se conmueven frente al subsuelo de la Patria sublevado.

Ustedes son Braden.

Ustedes son el Viva el Cáncer del ’52.

Ustedes son las bombas del ’55 y el silencio posterior.

Ustedes son la proscripción (¿eso no era fraude?)

Ustedes son el silencio en Trelew.

Ustedes son el invierno de nuestra primavera del ‘73.

Ustedes son el “nuevo gobierno” del 76.

Ustedes son los cómplices de las noches. Los precursores de la derrota.

Los agoreros del mal. Los verdaderos aplaudidores de la violencia.

Son el pasado. Son el silencio.

Ustedes son el destiempo.

Frente a Ustedes: Ella. Junto a Ellas nosotros.

Frente a Ustedes La Patria. Junto a ella “el otro”, el Pueblo.

Ella los subleva. Los irrita. Los desborda. Los incomoda. Los vuelve impresentables.

Ella los nombra. Si, a ustedes, los innombrables, los que se esconden tras páginas de tinta roja, quedan al descubierto, desnudos. Ella los pone en evidencia. Los desquicia. No la pueden. La detestan. Le niegan todo, incluso la palabra. Le arrojan todo, incluso los insultos.

Ustedes se arrastran en estudios de televisión mientras Ella camina con su Pueblo en las calles de una Patria que se levantó de las cenizas de un fuego que Ustedes encendieron y no supieron siquiera (o no quisieron) apagar.

Los provoca. Camina. Los mira. Nos mira. Nos miramos.

Nunca baja la vista…no necesita hacerlo, puede mirarnos a los ojos.

Ella es la pasión. Ella es fuego.

Ustedes ni siquiera una chispa.

No han logrado comprenderla. Aguardan una y otra vez verla caer. Esperan la foto del ruego, la quieren ver suplicando y sola la encuentran de pie, valiente, entera, frontal, estadista, conductora, comprendiendo el juego que ustedes ni con las reglas escritas entenderían. Ella es la mitad más Él…Ella es con Nosotros. Nosotros somos Ella.

Ella es todos los sueños de quienes creímos en un sueño.

Ella es la despedida a Él y todo el amor de un Pueblo que no lo olvida.

Somos Él. Él es Ella. Somos Ella.

Todo avanza. Los sueños siguen intactos. Las convicciones siguen allí.

Somos cada sueño, cada promesa, cada rincón pendiente de la Patria, cada puerta por abrir…somos las sonrisas que aún faltan.

Somos la Política que debe transformar las realidades aún injustas.

Somos la militancia y el amor, somos el compromiso…

El paradigma ha cambiado.

Los bufones de la vieja política celebran un carnaval ajeno.

Los analistas del túnel del tiempo diagnostican insistentes el fin de ciclo.

El jaque nunca es mate y ni siquiera logran hacer tablas.

El tablero en el que juegan, Ella lo pateo hace años.

No necesita peones. Juega sin piezas.

Para ganar este partido, el de la liberación de la Patria se necesita algo más profundo: convicciones…Las tiene.

Se necesita amor, y a Ella le sobra el mejor: el amor de un Pueblo que no olvida.

Las apuestas en los sótanos de poder y en las torres de la hipocresía le dictan muerte prematura a un proyecto político y le anuncian un final anticipado a “esa mujer”.

Ella redobla la apuesta. Los desafía. Los provoca. Los desconcierta.

Se los escucha decir que “cualquiera en su lugar” entregaría el mando, abandonaría el barco, anticiparía la salida y negociaría los términos de la partida. No sucede.

Hace tiempo que Ella no está en el lugar de nadie (no tiene molde, tiene Coraje)

Hace tiempo que Ella (y Él) construyen su lugar. Una nueva era.

La subestimaron. Lo subestimaron. Nos subestimaron (lo siguen haciendo)

A la vuelta de la esquina no estaba el final sino el comienzo: el inicio de cada jornada que implica redoblar el esfuerzo y seguir trabajando por más inclusión.

A la vuelta de la esquina solo encontramos desafíos.

A la vuelta de la esquina solo hay más sueños por cumplir.

El único fin de ciclo que conocemos, ocurrió el 25 de Mayo 2003…

Fue el final de un infierno neoliberal. Terminó con Él.

La Patria es el Otro. El proyecto es Irreversible.

La militancia es su legado. Las convicciones son su poder.

Rugieron. Olfatearon el peligro.

Ausentes de tanques y sin una jerarquía eclesiástica que los respalde para dar un golpe acudieron al último bastión de la resistencia conservadora: “la Patria Judicial” (que tan ajena es a la Justicia) y junto a la corporación mediática y a las mismas entidades cuyas siglas se estamparon en los comunicados que celebraron el Golpe Cívico Militar del 76 (SRA, ADEBA, la SIP, ADEPA –entre otros) defienden lo único que les importa: su estilo de vida. Se escudan con argumentos falaces que solo buscan proteger su statu quo.

Serviles. Ajenos a un Pueblo al que no interpelan ni conmueven, los políticos de la oposición se arrastran bajo la mesa buscando un lugar en el festín de los poderosos.

Ni silla les ofrecen, solo les toca marchar, camuflados, detrás, ocultos.

Se trata de la paga de favores.

En eso andan los buitres internos.

Convocando a marchar contra el fraude, cuando el fraude son Ellos.

VALERIA DE ALMAGRO