Una adicta a la aceptación en las redes anestesió a su gato para hacerle un tatuaje y la destrozaron
Se llama Elena Ivanickaya y subió a instagram las imágenes, donde terminó denunciada por crueldad animal.
Una "influencer" ucraniana causó indignación en sus seguidores al mostrar en sus redes cómo anestesió a su gato para tatuarlo. Ahora la justicia investiga el caso, ya que podría ser denunciada por maltrato animal.
Elena Ivanickaya es una fisicoculturista que tiene más de 72.000 seguidores en Instagram, en donde publica frecuentemente fotos de su figura. Sin embargo hace unos días quedó en el ojo de la tormenta porque subió historias en las que mostraba cómo su gato de raza esfinge (conocido por la ausencia de pelaje) fue sedado para hacerle un tatuaje en el pecho.
La respuesta de los usuarios fue inmediata. Las publicaciones generaron una lluvia de críticas contra Ivanickaya y el veterinario que participó de la secuencia. “¡Cuánta crueldad!”, “¿En serio estás haciendo esto solo para conseguir likes?” o “No puedo creer que publiques esto” fueron algunos de los comentarios que recibió. Asimismo, a raíz de sus polémicos posteos perdió varios seguidores y muchos de ellos denunciaron el contenido.
La instagrammer se defendió y argumentó que el animal estaba sedado, pero de igual manera tanto ella como el veterinario que intervino podrían ser denunciados por maltrato animal.
Según consignó Upsocl, desde la policía afirmaron que se abrirá una causa criminal contra Elena si se confirma que el animal fue víctima de tortura. Por el momento la investigación sigue en curso y aún no se presentaron cargos formales. En caso de que se evidencie el maltrato también se verían afectados el tatuador y el veterinario que lo aprobó.
Sin embargo, no se trata del único caso. Hace unos días la influencer Steph Elswood subió una foto en la que de fondo se muestran dos pingüinos manteniendo relaciones. Horas más tarde, Elswood se vio obligada a pedir disculpas. “Me acaban de informar que los pingüinos en Boulders Beach sufren de fuerte estrés cuando los turistas se les acercan demasiado. Me siento culpable de haber contribuido a eso y de pensar que, solo porque reaccionaban, no les molestaba mi presencia”, comunicó.