La Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) decidió despidir a Lulu por considerar que no tenía interés en buscar bombas y que "no era su especialidad". 

Los entrenadores de la cachorro de Labrador trataron de diversas maneras lograr que Lulu prestara atención a los pedidos pero simplemente ella se negaba, 

“Puede haber un millón de razones por las cuales un perro tiene un mal día, y los entrenadores se convierten en psicólogos caninos para averiguar qué puede ayudar a los animales para salir del problema", relata la CIA en su blog para explicar por qué decidieron prescindir de Lulú. 

A veces, "el cachorro está aburrido y necesita más tiempo de juego o más desafíos, a veces el perro necesita un recreo, y a veces es una cuestión médica menor como alergia a una comida que requiere cambiar de 'golosina' como premio".

"Aún cuando se la podía motivar con algún alimento o juego para que buscara, claramente no estaba disfrutando de la actividad", plantearon desde la CIA. Por suerte para la perrita, el que era su entrenador decidió adoptarla y ahora se dedica a buscar comida en su nueva y cómoda casa.