Nate Siggard es el creador de esta nueva técnica. "En una sociedad en la que la tecnología cada vez avanza más rápido, el arte del tatuaje se estaba quedando atrás. Conseguimos dibujar en la piel todo lo que nos piden nuestros clientes, pero queríamos dar un paso más", explica en su página web Skin Motion.

Así desarrolló una aplicación móvil que permite codificar los sonidos, voces o melodías y transformarlos en ondas sonoras. El tatuador graba esa onda en la piel. La novedad está en que esa misma app también lee la onda y la convierte en sonido.