Ya acudió a las urnas el 62% de la población y se vota "con total normalidad"
Después de un cierre de campaña atípico por la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut, este domingo los argentinos eligen diputados y senadores, con el foco puesto en la provincia de Buenos Aires.
Las escuelas de todo el país que han sido afectadas a las elecciones comenzaron a abrir sus puertas a las 8, en el marco del proceso electoral que concluirá a las 18 para elegir legisladores en todo el país.
En total, serán 14 mil las escuelas designadas para la votación en todo el país, que contarán con 98.400 urnas para que los alrededor de 33 millones de electores emitan su sufragio.
La veda continuará rigiendo hasta las 21 -tal cual lo prescribe la normativa electoral-, lo que implica la prohibición de publicar o difundir encuestas y proyecciones sobre el resultado de la elección.
El titular de la Dirección Nacional Electoral (DINE), Fernando Álvarez, ratificó esta semana que, a partir de las 21 de hoy, comenzarán a publicarse los primeros resultados electorales, y estimó que a las 2 de la madrugada de mañana ya habrá quedado trazada una tendencia definitiva de los resultados de los comicios.
Más de 33 millones de ciudadanos están convocados a en todo el país en los comicios que definirán la nueva composición de las Cámaras de Diputados y de Senadores nacionales y que significarán un test crucial para el gobierno del presidente Mauricio Macri a casi dos años de iniciada su gestión.
Las elecciones, que se desarrollarán entre las 8 y las 18, con un total de 98.400 mesas habilitadas en los 24 distritos electorales, serán también una prueba decisiva para las distintas expresiones del peronismo que compiten por reposicionarse y liderar a la principal fuerza de oposición.
Cambiemos llega al desafío electoral fortalecido por el triunfo que obtuvo a nivel nacional en las Primarias del 13 de agosto, cuando conquistó un 36 por ciento de los votos, y aspira a aumentar este domingo su caudal a un 40 por ciento, en un clima político que se vio convulsionado por el caso Maldonado, que motivó que se suspendieran los actos de cierre de campaña.
Un total de 127 representantes de todas las provincias en la Cámara de Diputados y 24 asientos del Senado, tres por cada una de las ocho provincias que renuevan mandatos, serán puestos en juego mañana, en lo que significa un rediseño del mapa político nacional de los próximos dos años, de cara al recambio presidencial de 2019.
En la Cámara de Diputados, Cambiemos pretende apuntalar su condición de primera fuerza y acercarse al sueño del quórum propio de 129 diputados.
En caso de repetir los resultados de las PASO pasaría de tener un bloque de 86 legisladores a 105, mientras que el bloque de su principal contrincante, el Frente para la Victoria, mantendría su posición de segunda fuerza con 76 bancas, cinco más de las que posee en la actualidad.
En el Senado, en la puja por erigirse en el bloque con mayor número de integrantes, Cambiemos intentará sumar al menos diez senadores al bloque de 15, mientras que el hasta ahora poderoso bloque peronista que agrupa al kirchnerismo y al peronismo ortodoxo, pondrá en juego 15 de sus 41 escaños, una mayoría en peligro ahora por el fantasma de la ruptura pero que obligó al oficialismo a delicadas negociaciones para el aval de leyes clave.
La meta que ilusiona a la fuerza que lidera el presidente Macri es lograr victorias en los cinco distritos más poblados del país, CABA, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, algo que ningún oficialismo obtuvo desde las legislativas de 1985 cuando gobernaba el país el radical Raúl Alfonsín.
Ocho provincias renuevan sus bancas para el Senado de la Nación: Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Jujuy, Misiones, San Luis, San Juan y Santa Cruz, mientras que el resto deberán elegir representantes para la Cámara baja.
En Córdoba, Mendoza y CABA, Cambiemos repetiría el triunfo obtenido en las PASO mientras que en Buenos Aires y Santa Fe buscará revertir el ajustado resultado que favoreció por centésimas el 13 de agosto, luego de un agónico escrutinio, a su principal rival, el peronismo kirchenrista.
Al igual que en aquella madrugada de agosto, todas las miradas estarán puestas en la provincia de Buenos Aires donde Cambiemos librará la principal batalla para quedarse con el puesto número uno del podio que la ex presidenta Cristina Kirchner le arrebató a Esteban Bullrich por sólo 20 mil votos en las PASO.
Más atrás en la carrera por las tres bancas del Senado compiten el líder del Frente Renovador, Sergio Massa y el ex ministro del Interior del kirchnerismo, Florencio Randazzo, prácticamente sin chances de acceder al Senado si se reiteran los resultados de las PASO.
En CABA, el oficialismo proyecta ratificar y ampliar su base electoral con Elisa Carrió a la cabeza de una lista que obtuvo una holgada victoria en la pelea por las bancas para diputados con el 48,9 por ciento de los votos contra el poco más del 20 por ciento de su rival del kirchnerismo, el ex ministro de Educación, Daniel Filmus, y el 12,8 de la alianza Evolución de Martín Lousteau.
En algunos distritos, el partido oficial apunta a repetir la hazaña de despojar de sus podios a viejas hegemonías e históricos caudillos provinciales como San Luis, donde Claudio Poggi venció a los hermanos Rodríguez Saá tras 30 años de poder ininterrumpido; o Santa Cruz, donde el radical Eduardo Costa quebró la supremacía del kirchnerismo.
De los 24 distritos electorales, una decena fueron favorables a Cambiemos en las primarias, Jujuy, Mendoza, Neuquén, San Luis, La Pampa, Entre Ríos, Córdoba, Santa Cruz, Corrientes y la Ciudad de Buenos Aires. En el resto, el empeño mayor está puesto en revertir resultados parejos como Buenos Aires y Santa Fe y en recortar distancias, como Misiones o Tucumán.