A regañadientes el Gobierno de Mauricio Macri le otorgó la prisión domiciliaria a Milagro Sala, luego de las presiones de los organismos internacionales de Derechos Humanos para su libertad.

A pesar de que el cumplimiento sea tardío y parcial (ahora explicaremos por qué), el Estado argentino tuvo que adecuarse a la resolución expedida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero con la misma actitud persecutoria y humillante que viene sosteniendo durante su mandato.

La militante social será trasladada a una casa en las afueras de la ciudad, en el barrio La Ciénaga, que no tiene puertas, ventanas, conexión eléctrica, agua y sanitarios, sometiendo a Milagro Sala a una calidad de vida deteriorada.

En la mañana de este miércoles el juez Gastón Mercau notificó la prisión domiciliaria a los abogados de la dirigente de la Túpac Amaru, después de varios trámites.