Los libertarios dirán que se trata de beneficios innecesarios, los peronistas dirán que dónde hay una necesidad hay un derecho, pero todos se conmoverán ante la escena de una mujer llorando porque no puede pagar la insulina que necesita su padre para vivir.

El hecho sucedió en la sucursal de Quilmes de PAMI y la captó una persona que estaba esperando su turno.

Viendo lo que ocurría, grabó la escena y la subió a las redes sociales donde la gente se hizo eco del sufrimiento que se vivía.