A través de una carta dirigida al titular de la entidad judía, Héctor Timerman hizo pública este martes su renuncia a la AMIA al tiempo que le retira a la DAIA el derecho de hablar en su nombre porque, dice el canciller, "alimentan, tal vez sin desearlo, campañas de quienes pretenden usar dicha tragedia para fines contrarios a los intereses a  los nacionales".

El funcionario explicó su postura en que ambas instituciones con su "accionar obstruccionista" impiden el avance de la investigación del atentado ocurrido en 1994, advirtiendo que "los referentes de la DAIA y la AMIA han vuelto a caer en la vulgar acusación que todo judío que critica su accionar, y no son pocos, sean tildados con el gastado argumento de ser 'judios vergonzantes'".

Sobre el reclamo por "inconstitucionalidad" del memorando firmado por la Argentina e Irán que presentaron ambas organización, Timerman se pregunta: "¿No les llama la atención a dichos dirigentes estar en veredas opuestas a las víctimas?, ¿también se adjudican su representación? Fue una escena tan triste como ver desfilar por los medios del Grupo Clarín a cualquier dirigente de vuestras instituciones que desee vilipendiar la posibilidad de que se juzgue y castigue a los culpables del atentado".

Además afirma que la "injusta muerte" de las víctimas del atentado "se convierta en una pieza de ajedrez de los intereses geopolíticos de otros países o grupos partidarios locales. No los acuso a ustedes de montar una conspiración, los acuso de que vuestro silencio como dirigentes comunitarios valida que la escoria local e internacional utilice a las víctimas para sus fines espurios".

"No alcanza con organizar actos una vez por año. No alcanza con reclamar justicia, menos alcanza con invitar oradores sinvergüenzas que se arrogan el derecho de definir traidores y leales, si al mismo tiempo la dirigencia comunitaria impide que avance la causa judicial", plantea el ministro Relaciones Exteriores y Culto.

La carta completa:

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