No hace falta más que mirar cualquier entrevista en la que a Patricia Bullrich le hablen de economía para darse cuenta de que no tiene ni la más mínima idea sobre el tema.

Confunde conceptos, mezcla las cosas y ni siquiera tiene la humildad de reconocer que no es experta en el tema y aclarar que armará un equipo para que la asesore.

Pero lo que hizo Bullrich fue llamar a Ernesto Tenembaum a su celular y “acusarlo” de kirchnerista, sólo por que él, haciendo uso de la libertad de expresión, dejó en claro que la candidata hacía agua en cuestiones tan importantes para el país como la economía.