Como si no hubiera demasiados problemas en el país y falta de representatividad política, dentro del kirchnerismo siguen los pases de cuenta, la falta de autocrítica y el internismo fagocitante.

Ahora salió Roberto Navarro a dejar en claro su posición, desconociendo el liderazgo de Cristina -a la que defendió contra viento y marea siempre- para reclamar una mayor independencia en sus posturas.

El eje de la diferencia es el rol que, supone Navarro, le da Cristina a la Justicia justo cuando el periodista sufre una persecución penal iniciada por Feinmann y Majul.