“El caso de Carmen Lucila Crexell se le había hecho el ofrecimiento en abril, ella ya había manifestado su decisión de apoyar la Ley. La respuesta a tu pregunta es no, nosotros no somos la vieja lítica”, dijo el vocero presidencial Manuel Adorni.

Como se sabe, el gobierno logró dar vuelta los votos suficientes para ganar la votación de la Ley Base. Y las sospechas sobre lo que dieron a cambio están a las claras. Uno de los casos más escandalosos fue el de Crexell, quien ahora tendrá un inmejorable cargo en París. 

Además de tirarle onda a las colegas con chistes fanfarrones sobre la represión desatada en la puerta del Congreso contra el pueblo, el vocero Adorni se galardona de no ser la vieja política. Sin embargo, la situación indica todo lo contrario.