Se llenan la boca hablando en contra del populismo, del clientelismo político, de los punteros y la mar en coche. Pero las imágenes que se filmaron en Tucumán no se han visto años atrás. Un nivel de degradación de la integridad humana que debería llamar a la reflexión de quienes dicen venir a traer la revolución de la alegría. 

El intendente de San Miguel Germán Alfaro ordenó a su tropa de punteros repartir cajas navideñas del ministerio de Desarrollo Social con un precinto que dice "Alfaro Intendente" y adentro una fotografía de él junto a su esposa, la diputada nacional de Cambiemos, Beatríz Ávila. 

Como se puede ver en el video, punteros trataban a los vecinos como si fueran una jauría hambrienta que había que domar a empujones, gritos y a la que no se podían acercar sino desde arriba de grandes camiones de residuos. 

La desesperación por las cajas de una pauta de la necesidad que tienen los argentinos a tres años del peor gobierno desde el 2001. 

Lejos de entender la gravedad del modo de hacer clientelismo el intendente defendió su accionar. 

"Yo salí a los barrios más vulnerables con gente empleada de la municipalidad. Puse los nombres y lo que correspondía. Si tuviera más, voy y lo reparto", dijo Alfaro. 

Entrevistado por TN agregó: "Hay distintos puntos de vista. Es una tarjeta dentro de la caja. No creo que me voten por esto. Acá hay una realidad que es la pobreza", aseguró.

Unas 70 mil cajas se repartieron el 29 de diciembre entre los vecinos de la azotada San Miguel de Tucumán. Por más que lo niegue, la intención de los dirigentes políticos al aparecer en la foto es evidente.