El Ministerio de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, confirmó que se aceptaron ofertas por u$s 16.500 millones en cuatro bonos de entre 3 y 30 años.


En datos fríos por el título a tres años colocó 2.750 millones de dólares con una tasa de 6,25 por ciento y por el bono a cinco años tomó 4.500 millones de dólares al 6,87 por ciento.


En tanto la deuda colocada a 10 años sumó 6.500 millones de dólares al 7,5 por ciento y a 30 años aceptó 2.750 millones de dólares con una tasa de cupón por un 7,62 por ciento, informó Ambito.com.


El bono a 10 años tuvo un total de 25.700 millones de dólares, seguido por el de 30 años con 17.900 millones de dólares. En tanto que el de tres años y cinco años sumaron 10.500 millones de dólares y 14.500 millones de dólares, respectivamente. 


Esta increible recepción por parte del mercado nada que ver con la "confianza" sino, en concreto, con las escandalosas tasas de rendimiento de estos que hipotecan al país a mediano y largo plazo.


Como indican los especialistas en mercados internacionales, se trata de tasas que representan "una gran oportunidad" para los inversores ya que son "pronunciadamente superiores a otros países de la región".


Brasil, por ejemplo, ha colocado bonos a 10 años con un rendimiento de 4,305 por ciento, mientras que Chile, este mismo año, hizo lo propio con colocación de deuda en dólares, también a 10 años, con una tasa del 3,407 por ciento.


Los bonos argentinos representan, concretamente, intereses leoninos a favor de estos 'inversores', el 65 por ciento de los cuales son de Estados Unidos, y una hipoteca para futuros gobiernos y, por cierto, para la próxima generación de argentinos.


Pero Prat Gay no ahonda en estos aspectos y solo ve los resultados a corto plazo, la importante oferta recibida la cual catalogó como "la mayor de la historia para un país emergente".