Como si no tuviera nada que ver el ajuste brutal que implementó Javier Milei o no hubiera pobres viviendo en la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal quiso desviar la atención con el mismo tono con el que antes acusaba al kirchnerismo y accedió a la gobernación de la Provincia.

Suelta de cuerpo, Vidal dijo que los que buscan en la basura no son habitantes de la Ciudad sino que “llegan del conurbano”, desentendiéndose de la gente en situación de calle y de los que viven en villas.

La maniobra es burda pero parece ser una estrategia que veremos de acá en adelante hasta el final de la campaña: un ataque sistemático a Axel Kicillof, el candidato mejor posicionado del peronismo.