Para el diputado nacional macrista Toty Flores, el hambre es un concepto relativo que nada tiene que ver con el consumo de calorías, proteínas, vitaminas, minerales, etc., sino que se trata de una mera abstracción plausible de ser considerada ‘a piacere’.

“El hambre es un concepto que cada uno toma como quiere”, aseguró sin ruborizarse quien en los 90 supo organizar a desocupados y hambrientos en La Matanza, para terminar montando una red punteril que puso al servicio de Graciela Fernández Meijide, primero, y de Elisa Carrió, después.

El hambre es psicológico, le faltó decir entre la estupidez y el cinismo, para explicar lo que la realidad dicta: que hay hambre donde cunde la desocupación propiciada por las políticas destructivas que Mauricio Macri impulsó desde 2015.

“Decían que Cambiemos venía a sacar todos los planes sociales y, sin embargo, este gobierno ha incrementado la asignación que llega hoy a 9 millones” de personas, agregó por Futurock para completar la farsa.

Flores se suma así a la mentira publicada por Miguel Ángel Pichetto, quien recientemente aseguró: “El 65 por ciento del total del Presupuesto está en planes, piqueteros, cooperativas de la pobreza, cartoneros, multinacionales del cartón”.

Como reveló el portal Chequeado, la asistencia social macrisa representa solamente el 1,82 por ciento del Presupuesto, incluyendo todos los programas que manejan el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, la Agencia Nacional de Discapacidad y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, entre otros organismos.

Si a eso se suma lo destinado a la Asignación Universal por Hijo, que no está presupuestado ya que depende de Anses, el total llegaría solo a 4,7 por ciento del Presupuesto Nacional.