Otro histórico discurso de Cristina: "Me pueden citar 20 veces, pero no me van a callar"
La expresidenta de la Nación brindó un emocionante discurso, donde comparó su citación con anteriores exmandatarios avasallados por el Poder Judicial. Habló de la falta de libertad, de los ajustes, de la devaluación, de formar un "gran Frente Ciudadano", y concluyó: "No les tengo miedo, ya he sido honrada con el voto de ustedes".
Al grito de "Vamos a volver" Cristina se subió al escenario apostado en las puertas de los Tribunales de Comodoro Py, para hablarle a las más de 300 mil personas que colmaron las inmediaciones del edificio. Como siempre, dio un discurso cargado de argumentos, basado en procesos históricos y habló de los temas fuertes de la actualidad.
En primer lugar dejó claro: "Quiero que estén todos tranquilos, me pueden citar veinte veces más, me pueden meter presa, pero no me van a callar", con esas palabras las cientos de miles de almas estallaron en un aplauso y un grito de emoción. "Voy a estar como siempre junto a ustedes", aclamó Cristina.
El Poder Judicial y los procesos históricos
"No vean este hecho como un ataque a mi persona", aclaró la exmandataria, sabiendo el cariño popular con el que cuenta. Pero, como siempre, argumentó: "No es el primer caso. El primer perseguido fue Yrigoyen, cuando lo derrocaron y le imputaron hechos de corrupción a granel, hasta que lo metieron preso en la isla Martín García".
Una frase impactó mucho: "Los que cambian la historia no son los dirigentes, son los pueblos", y se trasladó como era de esperarse a Perón y Evita, a quienes tomó como claro ejemplo para afirmar que sin la complicidad del Poder Judicial, "no podrían haberse consumado los atropellos, las entregas y las desgracias sobre tantos argentinos".
"Si pudieran prohibir la letra 'K' del abecedario, lo harían", aseveró Cristina Fernández de Kirchner para el posterior cántico masivo: "Macri, basura, vos sos la dictadura", y pareciera que fue la antesala de lo que vendría en el discurso.
Luego de hablar sobre las persecuciones a los opositores en épocas de dictadura, comentó: "Adentro de este edificio (señalando los Tribunales), en algún despacho, en algún cajón, en algún basurero, está la causa de apropiación ilegítima de Papel Prensa", frase que desató otro canto: "El que no salta, es de Clarín".
"Durante el último Golpe de Estado", informó: "Los trabajadores organizados participaban del 50% del PBI interno y la deuda externa era tan baja que no implicaba condicionamiento", como marcando un paralelismo histórico.
El hoy, la corrupción, los ajustes y los Medios de Comunicación
"Han aparecido algunos 'paladines de la moralidad', que tienen una diferencia con los anteriores. A los anteriores, los conocíamos", dijo Cristina, a lo que luego lanzó otra frase para enmarcar: "Si nos querían llevar al mundo, nos han llevado, estamos en la tapa de todos los medios internacionales, menos en los de la Argentina".
"Una vez más, los medios de comunicación intentan tapar el sol con las manos", aseguró la expresidenta de los argentinos, y continuó: "Recuerdo cuando era senadora, haber llevado adelante el juicio político contra tres miembros de la Corte con mayoria automática, la misma que había sobreseído a quien hoy es presidente de la nación por una causa de contrabando agravado de autos a través de cuentas offshore".
Sobre los medios, siguió: "Lo taparon todo prolijamente, debe haber muchos argentinos que ignoren esto. ¿Se imaginan si yo hubiera sido Presidenta con un antecedente de haber sido absuelta por contrabando agravado por mayoría automática en La Corte? ¿se imaginan?", volvió a preguntarse, y la remató: "Durante mi gobierno que se pasaron buscando 'la ruta del dinero k' y se encontraron con la ruta del 'dinero M".
El derecho de la voluntad popular
"Hemos sido respetuosos de la voluntad popular", dijo Cristina. Pero aclaró: "la voluntad popular no la tiene que respetar únicamente la oposición. El que más la tiene que respetar es el gobierno, que ganó diciendo que no iba a devaluar".
"Tienen un sólo objetivo: ir por los derechos adquiridos", se encargó de sentenciar Cristina, mientras enumeraba lo que vemos todos los días en pocos medios de comunicación: "Despidos en sector privado, más que en el público, persecución ideológica, y demás".
El discurso cada vez generaba más miradas, en vivo, en los televisores, sus palabras cada vez tomaban más fuerza: "No quiero interesarme por el 49%, sino por el 51% que los votó, muchos lo votaron creyendo en él". Además, pidió a los compañeros que "no se enojen" con el que votó diferente, porque "los medios de comunicación les inflaron la cabeza durante años".
Frente Ciudadano
Esa fue la punta de lanza para hacer una proposición, la de conformar un Frente Ciudadano, "en el cual no se le pregunte a nadie a quién votó o de qué partido político es". No sin antes, cargarse con los honores de haber contado con el "honor de tener escasísimos decretos de necesidad y urgencia" durante su gestión, pero uno de esos dijo, fue la Asignación Universal por Hijo.
Un grito comenzó a subir desde la multitud: "Bossio, compadre..." y ya saben lo que sigue. Pero Cristina, con altura, afirmó: "Así no van a convencer a nadie", lo que provocó risas y aplausos. Y dijo: "Se los dije el 9 de diciembre, cuando los dirigentes no respondan a ustedes, tomen la bandera y marchen adelante. No esperen salvadores ni mesías".
Aprovechó para lanzar también sus críticas al actual Jefe de Estado, cuya familia, recordó, "hizo su fortuna con el Estado Nacional". Todos los oídos se pararon cuando expresó: "Hubo algo que me dolió", y contó que en un supermercado de El Calafate, propio de una cadena que pertenece al actual secretario de Comercio casualmente, vio que vendían naranjas españolas. Como una manera de explicar el tipo de políticas a las que se apuntan y la destrucción de la industria y la producción nacional.
El final
Sobre el tramo final del discurso, Cristina expresó: "Por mí no se preocupen. Renuncié a tener fueros, no los necesito, tengo los fueros del pueblo", con la posterior ovación. Dijo que "no se trata de volver", sino que "se trata de ustedes", y además, sentenció: "No podemos permitir un retroceso como el que hemos vivido en otras oportunidades".
Comentó las "situaciones similares que se viven en la región" (tocando sobre todo el caso de Brasil), se preguntó, "¿qué es eso de que ahora no se puede militar en la Argentina?", y con el cántico al unísono de "678" de fondo por parte de la gente, aclaró: "Lo que quiero recuperar es la libertad".
"La libertad de volver a soñar, porque para soñar y realizar, tenemos que tener libertad. Libertad para volver a crecer, a trabajar", dijo Cristina y pidió casi suplicando: "Necesitamos que vuelvan a cuidar de los argentinos". Despegándose de toda cuestión política, afirmó: "No se hagan ningún problema por mí, no les tengo miedo, ya he sido honrada con el voto de ustedes".
Sobre el final todo fue pura emoción, y éstas fueron sus últimas palabras antes de bajar del escenario para saludar, como siempre, como lo hizo Néstor también, a la multitud, mientras de fondo sonaba 'Juguetes Perdidos' de Los Redondos: "Respeto la voluntad popular. Pido a los gobernantes que respeten esa voluntad popular. Los quiero mucho (mientras el sol asomaba entre los nubarrones). Salió el sol finalmente. El sol siempre sale, aún cuando más nublado parezca, el sol siempre está".